Una salida ansiada por muchos y un nuevo comienzo…
- Mariana E

- 22 ene 2021
- 4 Min. de lectura

Adiós Trump.
Iniciamos capítulo con Biden.
Esta semana vivimos lo que esperábamos que ocurriera hace mucho tiempo, la salida de Donald Trump. Hoy en día, ante la situación que estamos viviendo derivado de la mayor crisis sanitaria de la historia, el mundo no necesita que lo sigan polarizando.
Trump fue un personaje que polarizó a la gran mayoría de países en el mundo y mostrando una particular agresión para con México. Todos recordamos sus primeras declaraciones durante su campaña como candidato, como la idea de construir un muro y que además fuera pagado por nuestro país. Fue una entre muchas otras de sus propuestas que sin lugar a duda dejan claro la demencia que padece. Dividir a su propio país desde un inicio, hablando de supremacías y no obstante, al final de su mandato exhortar a la violencia, porque por supuesto que lo hizo. Este hombre es todo lo opuesto a lo que debería buscar el mundo hoy el día.
No sabemos en realidad si se termina un capítulo en la historia de Estados Unidos al salir Donald Trump de la Casa Blanca, ya que el odio, racismo, supremacía y otros acontecimientos que aquejan a la sociedad norteamericana siguen persistiendo y es evidente que existe un gran número de personas que continuarán con él, ya que representa claramente todo eso. Ya estaremos siguiendo lo que acontecerá al respecto.
Con una salida que no se veía desde que en 1869, cuando Andrew Johnson no asistió a la investidura de Ulysess Grant, todos los presidentes salientes vivos – salvo Nixon que dimitió acorralado por el caso Watergate- no han fallado a la sucesión del cargo, siendo esto un símbolo de democracia para este país; inclusive con la muerte de John F Kennedy asesinado en Dallas el 22 de diciembre de 1963, Jacqueline Kennedy acompañó a Lyndon B. Johnson en el juramente a su cargo.
Esta salida me parece un desastre, tan a la medida de lo que llamaría un pésimo perdedor.
Tras esta lamentable salida, se da inicio a una nueva etapa en la historia con de la llegada de Joe Robinette Biden Jr., mejor conocido como Joe Biden, abogado y político estadounidense, que hoy es el presidente número 46 de los Estados Unidos con 78 años.
Me gustaría rescatar tres cosas importantes que muchos desdeñan en la vida cotidiana: experiencia, personalidad y por supuesto la edad. Durante 36 años, Biden fue senador y 8 años vicepresidente; realizó una mancuerna con Barack Obama. Parte de su personalidad ha sido forjada por momentos personales sumamente difíciles, como la muerte de dos de sus hijos y su primera esposa. Es por muchos conocido el hecho de que Beau, su hijo, le hizo prometer a su padre que intentara ir por la grande. Y a su edad, siendo el presidente más grande que ha tenido ese país, cuando muchos están pensando en retirarse, este hombre tiene en sus manos la responsabilidad de uno de los países más importantes del mundo; este puede ser su último trabajo, su legado. Y claro que me pregunto y me cuestiono ¿quién definió la edad como un parteaguas para dar inicio a un proyecto de vida?
Desde el día uno, Joe Biden inició muy bien, y es que regresar a la OMS, al Acuerdo de París sobre el medio ambiente y colocar entre sus prioridades la pandemia a través de proveer al 97% de la población cobertura universal de seguro médico (parecido a lo que se conocía como Obamacare), además de todas las medidas sanitarias ya impuestas, así como el plan de vacunación al que ha sido el país más afectado por la pandemia. Vaya que quiere revertir lo poco que hizo Donald Trump.
Se habla mucho sobre el Acuerdo de París, firmado en Francia en 2015 y la importancia de la reincorporación de EUA a este acuerdo, sencillamente porque establece las medidas para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y es considerado por muchos como el mayor logro en materia ambiental en la historia. En números, China y Estados Unidos son responsables del 40% de las emisiones de dióxido de carbono del mundo.
Y de la mano de Joe Biden, Estados Unidos también eligió a Kamala Harris, la primera mujer vicepresidenta y también la primera persona negra y de origen asiático que llega a ocupar este cargo. Harris es de familia de inmigrantes, su madre de la India y su padre de Jamaica. Señalo y remarco esto ya que en un país donde el racismo es sumamente profundo, es un gran logro para esa sociedad avanzar de esta manera. Una ex fiscal y senadora que por supuesto hace historia. Vale la pena recordar sus palabras al saberse ganadora en conjunto con Biden – “Porque cada niña que nos esté mirando verá que éste es un país de posibilidades”.
Pero no todo será fácil para este gobierno; no debemos de perder de vista la situación actual sumado a las cifras que se observaron en 2020, la mayor pérdida de empleos en un año de registro, con un total de 9.37 millones de empleos. Veremos por supuesto qué ocurre al respecto ya que mucho de lo que ocurre en Estados Unidos nos afecta directamente a los mexicanos.
Valdrá toda la pena seguir estos primeros 100 primeros días de gobierno, entender todos esos cambios que se puedan ir gestando y ocurriendo; sin duda será un cambio también para la relación con México y esperemos que nosotros podamos aprovechar este momento para alcanzar mejores diálogos y relación con un país con el cual estamos profundamente vinculados. En unas horas se dará la primer llamada entre AMLO y Biden, después de la falta de diplomacia que tuvo nuestro gobierno para reconocer su triunfo, lamentable de verdad.




Muy buena reseña. Mil gracias. Pienso que el cambio de poder, si bien modificará algunas prácticas, comportamientos, y quizás, algunas políticas y regulaciones, no visualizo que traiga consigo un cambio radical para la relación entre ambos países. Finalmente para que una relación (de cualquier tipo) funcione apropiadamente, debe haber modificaciones y cambios que comiencen con la escénica de lo que es necesario cambiar, de lo contrario serán simples paliativos. Y en nuestro caso, desafortunadamente no veo pronto este cambio. Si ello no sucede, la migración, las drogas y la inseguridad continuarán haciendo mella entre nuestras interacciones transfronterizas. Espero sinceramente equivocarme.