Tokyo 2020.
- Mariana E

- 28 jul 2021
- 3 Min. de lectura

No huyo de un reto porque tenga miedo. Al contrario, corro hacia el reto porque la única forma de escapar al miedo es arrollarlo con tus pies.
Nadia Comaneci
Llegó el momento. Debo confesarlo, para mí uno de los más esperados cada cuatro años –que en esta ocasión fueron cinco– y ansiaba que dieran comienzo.
Hablar de los Juegos Olímpicos y emocionarnos durante 17 días vale toda la pena, sin embargo hoy quiero tocar un tema… que siempre he pensado y que vale la pena retomar.
¿Por qué México no gana más medallas siendo una de las economías más importantes del mundo? ¿Por qué no podemos gozar de más medallas de oro, plata y bronce, como las potencias de China, EUA, Rusia, Japón, Alemania, entre otros?
Pueden existir un sinfín de razones (o pretextos), entre ellas el poco apoyo que existe para los atletas en todos los sentidos; toda la corrupción de nuestro gobierno podría ser otra de las razones. Pero bien sabemos que en todos los países existe corrupción, que incluso en EUA en ciertos deportes como la gimnasia hubo todo un escándalo de acoso sexual a varias niñas. En el caso de Rusia, sabemos lo complicado que ha sido desde las olimpiadas en Brasil, donde sus atletas quedaron descalificados por dopaje, en 2019 la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) excluyó a este país de las competencias. Y en estas olimpiadas tampoco se puede mostrar su bandera ni entonar su himno entre otros detalles.
Cada país tiene sus defectos, unos más escabrosos que otros. Pero entonces, ¿dónde radica la diferencia de que algunos países resulten ganadores y presentes en el top del medallero?,
¿será la mentalidad?, ¿los mexicanos tenemos una mente ganadora?.
Quizá sólo tenemos una mente positiva, incluso optimista, pero trabajamos poco para que se den los resultados y culpamos demasiado al sistema, a las circunstancias, a lo que no está en nuestro alcance. Los que ganan parece que tienen un perfil, se les ve el convencimiento por todo lo que han trabajado y esforzado, entre otros detalles. No se achican ante las circunstancias y será que su origen les permite o les da esas condiciones.
Y con esto no quiero decir que los mexicanos que hoy están representándonos se achiquen o solo sean optimistas, queda claro que se han preparado para estar en unas olimpiadas.
Me encanta ver a México en el podio todas las veces que sean posibles, incluso en muchas ocasiones el bronce se siente como un oro, pero la realidad es que muchos atletas en México se tienen que preocupar por toda su alimentación, sus entrenamientos, el lugar donde deben entrenar, son los menos los que cuentan con todos los recursos disponibles. Cosa que dudo que pase en países como EUA, Alemania y China entre otros.
El deporte es algo a lo que todos deberíamos tener acceso, pero más allá de eso, deberíamos ver lo increíble que está de fondo, la disciplina, la lucha, la entrega, la capacidad de caerte y levantarte las veces que sean necesarias.
Al igual que la lectura, el conocimiento o la escuela, el DEPORTE debería ser parte de la vida de todos los mexicanos.
Podemos encontrar inspiración en muchos atletas: Michael Phelps, Usain Bolt, Simone Biles, por mencionar mis favoritos; que increíble sería tener más mexicanos siendo una inspiración para muchos.
Vale la pena recordar a esos mexicanos que nos han emocionado y llenado de alegría por lo inesperado de su triunfo y que tuvimos que voltear a ver, reconocer y por supuesto a conocer su deporte, como Soraya Jiménez, María del Rosario Espinoza, Belem Guerrero.

Hasta hoy llevamos dos medallas, esperamos que sean muchas más… pero sobre todo que podamos encontrar inspiración para miles de niños que pueden descubrir en el deporte una vida mucho más plena.
¿Y te despiertas y tu sueño se hizo realidad?
Paula Pareto
(Médico y yudoca argentina, ganadora de bronce en Pekín 2008 y oro en Río 2016).










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