Todo mundo tiene su veneno y el mío NO es el azúcar.
- Mariana E

- 15 mar 2021
- 4 Min. de lectura

¿Qué sería de la vida si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo?
Y es que hace casi un mes decidí vivir 21 días sin azúcar (excepto la de las frutas) y les quiero contar cómo fue mi proceso.
¿Por qué dije que sí a un reto que por supuesto me pondría a prueba?
Aquí mis 2 razones principales:
Siempre necesito saber que puedo tratar mejor a mi cuerpo, cuidarlo y desintoxicarlo de alguna manera.
Me fascinan los retos y mas cuando los hago en compañía.
Si les soy honesta, ha sido uno de los mejores retos que he hecho en mi vida, porque por primera vez de manera consciente pude ir identificando todos esos productos que comemos que no imaginamos que tienen azúcar; por otro lado, fue increíble lograr estar consciente de mis momentos de ansiedad, donde usualmente hubiese escapado por un chocolate o algo dulce y darme cuenta de estos instantes, escucharme y decirme las palabras correctas fue de lo más valioso que aprendí.
A veces las personas no entenderán por qué hacemos las cosas, pero lo importante es que nosotros mismos estemos convencidos del por qué lo estamos haciendo y para qué.
Les puedo compartir que no bajé de peso, me mantuve igual (mi razón no estaba en bajar de peso), sin embargo, mi cuerpo pasó por un proceso de sentirse mucho más fuerte, esto lo pude experimentar cuando corría o andaba en bicicleta y de alguna manera siento que fue parte de ese proceso de #desintoxicación. Una de mis amigas que decidió entrar al reto logró bajar un kilo y eso me llenó de felicidad, pero más porque es alguien que de verdad ama lo dulce y verla tan convencida de que en realidad quería mejorar sus hábitos fue una gran satisfacción.
Hablemos de los azúcares. Los monosacáridos son los azúcares más sencillos que encontramos generalmente en la fruta (los buenos realmente), los disacáridos que son la suma de dos azúcares, tenemos la sacarosa, lactosa y maltosa y los polisacáridos (en realidad los peores), son cadenas de monosacáridos unidos la famosa maltodextrina, en pizzas, dulces, hamburguesas, postres.
Y con esto vale la pena que hablemos de un órgano fundamental de nuestro cuerpo y otra de las razones por las que estoy convencida de que hice lo mejor para mí. A veces no nos damos cuenta de la carga o exceso que le ponemos a todos nuestros órganos con todo lo que comemos. Espero pronto hablarles de Ayurveda y de las pocas y poderosas prácticas que he incorporado a mi vida como el ayuno.
Hablemos del famoso hígado. Es un órgano situado debajo del diafragma, en el costado derecho del abdomen. Tiene casi el tamaño de una pelota de rugby y, por eso, es uno de los órganos de mayor dimensión del cuerpo humano, ya que mide unos 10 cm y pesa entre 1,4 y 1,6 kg. Sus funciones principales son tres:
Digerir los alimentos: extrae los nutrientes esenciales para la digestión, como carbohidratos, lípidos y proteínas, secretando bilis.
Almacenar energía en forma de azúcar para que el organismo pueda utilizarla.
Eliminar sustancias tóxicas: filtra y elimina las toxinas provenientes de lo que consumimos, por ejemplo, alcohol y medicamentos.
¿CÓMO FUNCIONA EL HÍGADO?
El hígado recibe sangre de dos vasos sanguíneos diferentes: la arteria hepática, que aporta la sangre oxigenada que proviene del corazón y, la vena porta, que lleva la sangre rica en nutrientes desde el intestino. Cuando la sangre llega a este órgano, elimina las toxinas regulando los niveles de sustancias químicas de la sangre. Los medicamentos, por ejemplo, se metabolizan a través del hígado para que nuestro cuerpo sea capaz de utilizarlos y eliminarlos. También segrega la bilis, una sustancia que ayuda a transportar los desechos para expulsarlos del organismo y a descomponer las grasas en el intestino delgado durante la digestión; y almacena las vitaminas y el glucógeno en forma de azúcares para generar la energía que necesita el cuerpo. Una vez que la sangre ha sido procesada, las venas hepáticas se encargan de distribuirla de nuevo por el organismo.
De verdad, con toda esta información y con lo que he compartido anteriormente, es tratar de cuidar nuestra vida y de cómo queremos vivirla los próximos 40 o 50 años, porque esa calidad de vida en el futuro dependerá de todas esas acciones que hagamos hoy.
Y sí, la vida puede ser ligera y podríamos comer un postre todos los días; en mi caso prefiero ser la suma de todos esos hábitos que me lleven a cuidar y amar mi cuerpo, que es mi máquina y mi templo todos los días.
Y no lo puedo negar, al final de mi reto me sentí feliz y orgullosa de haberlo logrado, de haber compartido con mis amigas un tema saludable. Gracias por 21 días llenos de NO’s pero que también traían inmersos un SÍ a vivir la vida como quiero vivirla. SALUDABLE.

Por último, si me ven comiendo postres ahora, les puedo decir que me fascinan, pero los considero un placer y a veces es mejor "de lo bueno, poco".
¿Tú que haces hoy con tu cuerpo para darle todas las herramientas para estar en su mejor versión?
Fuentes consultadas: https://www.kernpharma.com/es/blog/el-higado-organo-esencial-del-cuerpo-humano




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