SOY Maratonista

Mariana E
24 oct 2022
4 Min. de lectura

La gente aún me sigue preguntando si escapo de algo...

Hace dos semanas conquisté la meta de los 42.195 km en uno de los maratones más importantes del mundo, el Maratón de Chicago y sin duda uno de los más especiales e importantes para mí.

Pero a dos semanas de haber logrado un objetivo que me puse este año, las reflexiones son muchas y se las quiero compartir, ya sea que corran o no. Si algo te apasiona en la vida “sacrificarás” muchas cosas para conseguir materializar tus sueños más profundos.

Primeramente, ser maratonista es algo que jamás me propuse en la vida; de hecho, estuve muy alejada de practicar deporte cuando era una niña. La clase de educación física yo creo que era lo que menos me gustaba, pero sí recuerdo cómo uno de mis compañeros con el cual tengo el gusto de seguir conviviendo era sumamente veloz y ganaba todas las competencias, lo admiraba por eso y había algo en mí que cuando lo veía correr me inspiraba; pero como solemos hacer muchas veces, apagamos nuestra intuición.

Mis inicios en el mundo del running fueron un par de décadas después, producto de un conocer y reconocer a una Mariana que estaba surgiendo y brillando de una manera distinta. Mi buena memoria me ayuda a recordar donde estaba y que día era cuando descubrí está pasión.

En ese momento tampoco me planteaba hacer un maratón, –de eso ya pasaron 12 años– y jamás me imaginaba que se convertiría en una de mis pasiones. Tampoco imaginé que me llevara a conocer el mundo de otra forma. 3 años atrás fue Berlín y hace un par de semanas Chicago.

Chicago se convertiría en mi segundo maratón internacional y la fecha estaba definida en el calendario: 9 de octubre 2022; sabía que contaba con el respaldo de mi familia, novio y amigos y ellos al igual que yo saben que nunca es sencillo y que todo cambia, desde mi agenda, mis prioridades, mi dieta, ¡todo!.

Sin embargo, esta vez lo haría diferente y para ello tuve que cambiar muchas ideas que me había comprado por mucho tiempo, entre ellas, entrenar con un equipo o con un coach, cosa que hoy agradezco que decidí cambiar esas ideas. Conocí personas increíbles que hicieron el viaje de preparación más sencillo y una coach que siempre estuvo al pendiente para ver como sí lográbamos sacar el maratón adelante, ya que siendo una intensa de mi trabajo y como maestra, mis tiempos nunca han resultado fáciles de manejar.

La preparación inició en el mes de junio, después de una gran sacudida de salud. Yo creía que era la persona más saludable del mundo, pues tremendo error, lo emocional estaba arrastrando con todo lo “bien” que pensaba que estaba haciendo con mi dieta, la cual tampoco era la mejor. (Con ello concluyo que siempre lo podemos hacer mejor en todos los aspectos).

La realidad es que no estaba bien ni en lo emocional y tampoco en mi alimentación. Pero sí tenía claro que después de dos años de pandemia quería regresar a las pistas y a una distancia que sé que me saca de mi zona de confort. Así que puse manos a la obra… escuché a uno de mis amigos, que confío mucho en él en términos de deporte y me puso en contacto con Maca y confíe en que sería lo mejor y era lo que necesitaba. Me abrí para poder hacerlo diferente.

Entrenar durante meses, cambiar mi alimentación y enfocarme dió sus resultados. Despertar todos los días a las 5 am para salir a correr y poder continuar con mi agenda godín, comer en el auto, hidratarme, mantener mi mente y mi corazón lo más estable posible, se volvió clave para obtener un gran resultado. Y sí, tuve que sacrificar mucho tiempo con mi familia, amigos y con mis libros.

Muchas veces dudé de mí y de que lo podía lograr… mi meta principal era calificar para una próxima competencia, pero dudaba que lo podría conseguir a pesar de que estaba haciendo todo lo necesario para conseguirlo... (qué importante papel juega la mente).

Todas las semanas fueron importantes, pero particularmente las dos últimas fueron clave para mí. Tuve que, sí o sí confiar en que había hecho lo mejor, que todas esas horas invertidas, todo ese cambio en mi alimentación, un corazón más estable y el apoyo de los míos me llevaría por un buen camino.

Un día antes de la competencia pasó justo lo que me temía, estar en mis días y con un dolor de estómago terrible. Con menos de 24 horas para la fecha yo estaba llorando y no podía creer que me estuviera pasando eso. Suelo dejar de entrenar los primeros dos días de mi periodo por un tema de respeto a mi cuerpo, en fin, esta vez era imposible parar.

¡Y LLEGÓ EL DÍA!

Ese que marqué en el calendario, y saben la noche fue sanadora, estar con los míos tenía mi corazón a tope, y solo cabía mucha emoción para iniciar y disfrutar de esa distancia… se me olvidaron los cólicos y el dolor de estomago. Solo confié en mí y di todo lo mejor… ha sido el maratón que más he disfrutado y gozado, en el que más he sonreído, en el que al llegar el abrazo de los míos fue de victoria.

Mi tiempo ha sido el mejor en esta distancia… para los corredores que suelen preguntar no cómo te fue, sino ¿cuál fue tu tiempo?

· · · 3:24 · · ·

Tres horas con veinticuatro minutos, fue mi tiempo y mi RP.

No cabía de la felicidad y de la emoción… hoy sigo contenta porque el tiempo que me había puesto como meta fue superado y por mucho.

Así que jamás te pongas límites… porque todos están hechos para romperse.

Y para los que me siguen preguntando ¿de qué escapas? Hoy les digo: de NADA, y ya hasta me parece absurda su pregunta… la respuesta es muy sencilla: existen pasiones que no tienen explicación. Solo tienes que conocerte para entender lo que te pone una sonrisa y que lo harías sin más.

Benditos kilómetros que nos llenan de libertad, de conocernos y

superarnos en la constante.

Hoy tengo varias competencias en la mente… pero la vida da muchas vueltas así que el siguiente destino lo estaré corriendo y escribiendo en los próximos meses.