Qué ganas de no saber.

Aquellos que tienen el privilegio de saber,

tienen la obligación de actuar.

Albert Einstein

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En un mundo en conflicto en el que nos ha tocado vivir, y en un país dirigido por una persona que insiste en ponerlo en jaque, no solo para esta generación sino todas las que vienen, sin consciencia alguna, que jamás entenderá que sus acciones tienen y tendrán repercusiones para millones de personas.

Nos damos cuenta que como él, existen muchos líderes en el mundo que no deberían estar tomando decisiones. Hoy, en una guerra en la que los intereses que hay detrás parecen estar sumamente podridos como para no entender que muchas vidas se están perdiendo, que la infancia de muchos niños está siendo coartada, que ya van más de 100 niños muertos, que muchas parejas y familias han quedado sin ilusión y Rusia sin en el mínimo sentido de humanidad toma a 400 personas como rehenes, entre ellos pacientes y médicos de un hospital. Tristes tiempos los que estamos viviendo, tal parece que no hemos aprendido nada como humanidad, nada.

Lo que está pasando en México no resulta nuevo y lo que preocupa es la esperanza que muchos mexicanos habían puesto en este gobierno. Y más que preocupar, aterra lo que estamos viendo semana a semana, pues parece que en todas y cada una de ellas se busca superar lo mal que se gobierna a este país. Claro que nadie tendrá la solución a todo lo que nos aqueja, y más cuando el abuso de poder no tiene límites por parte del partido en función.

¿Y cuál es la verdadera raíz de lo que ocurre en nuestro país? ¿El sistema está podrido? ¿Los intereses serán demasiados?

Esta semana tenemos a un exgobernador en la cárcel y a Sandra Cuevas, alcaldesa de Cuauhtémoc en la CDMX, es vinculada a proceso por acusaciones de robo, abuso de autoridad y discriminación por una supuesta agresión a dos policías. Resulta curioso que sea ella y que sea Cuauhtémoc, una de las alcaldías que perdió el partido Morena. Nuevo Laredo se convirtió en zona de guerra debido a la detención de un narcotraficante, y con ello EUA decidió cerrar su consulado.

Sumado a eso, hoy la información que más recibimos son todas esas razones por las cuales no salir a votar el 10 de abril, no caer en el juego de AMLO, agregando una discusión absurda con el INE en función de las casillas. Nadie le pidió a AMLO esta consulta, NADIE. Nuevamente el hombre se empeña en no respetar las leyes y las políticas marcadas, y sí, se puede cuestionar lo que hemos venido haciendo por años o décadas, pero la realidad es que estas consultas solo alimentan su ego.

Y en lugar de estar pensando en un proceso de revocación, debería estar pensando cómo solventar la situación económica, comercial y financiera de este país, ya que seguimos sin ver resultados en ese sentido; en cambio solo le interesan los avances de los proyectos que son una prioridad en su agenda.

El título de esta columna para mí es muy cierto, qué ganas dan de no saber, de no prestarle interés a todo esto que solo nos drena y nos llena de insatisfacción, pero lamentablemente vivimos en este país, en este mundo que no necesita de más personas ausentes sino de la presencia y participación de muchos ciudadanos dispuestos a cambiar el rumbo.

Qué ganas de no prestar interés y mejor solo apreciar las cosas buenas de la vida, esas que son gratis y que en el fondo nos producen alegría. Sin embargo, todas las decisiones y acciones que realizamos tienen una repercusión en otros. Cuando se ocupan cargos de poder, el efecto se multiplica por millones de personas, pero cuando no hay la capacidad que se necesita, lo que encontramos es justo lo que tenemos hoy, una sociedad insegura, desprotegida, sin esperanza en muchas ocasiones y con un gran porcentaje sumida en la pobreza, porque lamentablemente el índice no ha mejorado.

Aún queriendo no saber, es imposible dejar de cuestionarnos lo mal que lo estamos haciendo como humanidad. Y me pregunto: ¿alguna vez hemos vivido en un mundo en paz realmente?

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"La paz no es solo la ausencia de guerra; mientras haya pobreza, racismo, discriminación y exclusión, difícilmente podremos alcanzar un mundo de paz."

Rigoberta Menchu