¿Por qué hemos normalizado la violencia?

Mariana E
11 mar 2022
3 Min. de lectura

"No hay camino para la paz, la paz es el camino".

Gandhi

Es difícil de creer y aceptar, pero cada vez leemos y escuchamos más de las miles de muertes que ocurren en nuestro país, a tal grado que parece que hemos normalizado el hecho de que cientos de cadáveres aparezcan en cualquier sitio de México.

Nuestra indiferencia ante la situación que vivimos es inaceptable. Las autoridades, entre que tienen otras cifras y otras prioridades, están dejando de hacer su trabajo cuando la seguridad en el país debería ser su prioridad. Vivimos tiempos difíciles, sin embargo esto ha sido así desde hace ya mucho tiempo; lo lamentable de la situación es que no hemos logrado cambiar ni erradicar ciertos comportamientos que como sociedad nos merman.

El pasado fin de semana, en el estadio Corregidora de Querétaro, se vivieron actos de violencia tremenda sin ninguna justificación, aunque de fondo aparecen diversas versiones. Está claro que detrás de todo eso existe un grupo de mexicanos que no quiere que este país avance, que simplemente no le interesa y eso no es el gobierno, somos nosotros como sociedad, y no necesitamos moralizar a nadie, esto se resume a un aspecto muy sencillo: el respeto por cada uno de nosotros. Aunque el respeto abarca muchas áreas, en acciones es muy claro de ejecutar; el problema es que si un gran número de personas no suelen respetarse ni a sí mismas, mucho menos esperamos que lo hagan con los demás.

La violencia es nuestro pan de cada día, basta prender la radio o la televisión para enterarnos de los cientos de cadáveres que se localizan en todo el territorio nacional, todos los días; basta abrir un periódico y que la nota principal sea entorno a actos de violencia.

Entendamos como violencia al uso intencional de la fuerza física o el poder real o como amenaza contra uno mismo, una persona, un grupo o comunidad con la probabilidad de daño psicológico, lesiones, la muerte, privación o mal desarrollo. En muchas ocasiones no necesitamos llegar al uso de la fuerza física, es mucho más profundo lo que ocurre con el daño psicológico. Vivimos en un México violento, que está afectando nuestra salud todos los días, el estrés que sufrimos también es consecuencia del miedo que muchos tenemos de vivir en este país, donde no se nos garantiza nuestra tranquilidad.

Esta semana, en varias ciudades se vivió la marcha conmemorativa del 8 de marzo, donde salieron miles de mujeres manifestándose en una sola voz. Este año yo estaba fuera de la ciudad, para ser especifica en un hospital del IMSS en Tijuana, donde vi a muchas mujeres humildes, esperando su turno para poder pasar a una radioterapia. Se me partió el corazón por muchas razones. Estas mujeres no salen a las marchas, están preocupadas por otros temas, tratando de sobrevivir en un mundo que es aún más difícil. Un mundo que las golpea de diferentes formas, entre ellas la atención a sus problemas de salud, como el nulo abastecimiento de este gobierno en tratamientos contra el cáncer, que como sabemos es lamentable. Y esto vuelve a ser violencia psicológica, porque viven con la preocupación de su enfermedad pero también desesperadas porque no hay medicamentos.

La violencia ha sido normalizada, y eso NO ESTÁ BIEN.

Aproximadamente 470,000 personas son víctimas de homicidio cada año.

Alrededor del 38% de todos los asesinatos de mujeres son perpretados por sus parejas íntimas.

1 de cada 3 mujeres han experimentado violencia física y/o sexual, la mayoría por una pareja íntima.

¿Esto terminará pronto?... la respuesta es no. Hemos dejado que la violencia sea parte de nuestra realidad, de nuestra vida cotidiana, y podemos hacernos "de la vista gorda", voltear a ver otros temas, pero mientras vivamos en este país, la angustia y el estrés de que algo nos ocurra siempre encontrará espacio en nuestro inconsciente.