Nuestra indiferencia, nuestra realidad.

Mariana E
14 ene 2022
3 Min. de lectura

No se hace un país diferente con gente indiferente.

Feliz de regresar, de poder retomar este espacio que me encanta y sobre todo que disfruto como pocas cosas en mi vida, aunque mis columnas-entregas generalmente han estado rodeadas y seguirán inmersas en temas un poco frustrantes y a veces angustiantes, que nos indignan y nos llenan de coraje.

Bajo este tenor, siempre será mejor vivir informados que en la ignorancia, esa en la que muchos nos quieren mantener como sociedad. Y por eso siempre me he preguntado si la famosa frase de “cada pueblo tiene el gobierno que se merece” es real o válida.

Solía negarme a esta realidad, quería creer que no era mi caso, pero no vivo sola en México, formo parte de una sociedad como muchos de ustedes. Somos personas que hemos sobrevivido a una pandemia en los últimos dos años, que hemos visto como seres queridos se han enfermado y otros se han ido, y que el COVID no nos dejará al menos este año. Todos sabemos de la variante que hoy estamos enfrentando, ÓMICRON, y que no nos deja simplemente porque una vez más como sociedad somos indiferentes ante el problema.

No hemos aprendido que, SI TE CUIDAS, ME CUIDAS, Y SI ME CUIDO TAMBIÉN TE CUIDO A TI. Hoy, escribiéndote estas líneas me encuentro diagnosticada con COVID. Me realicé una prueba de antígenos con un costo de 700 pesos y me hice la prueba porque estaba a punto de ver a mi familia para celebrar mi cumpleaños en los siguientes días pero después de tener el resultado permaneceré aislada, sin embargo, en medio de esta situación me considero afortunada de poder hacerme la prueba y tener los recursos para pagarla y así cuidar a los míos y mi entorno, algo que muchos mexicanos hoy no pueden hacer lo cual genera mucho coraje. Ante está situación, el gobierno ha decidido no proveer de pruebas a la población, a personas que necesitan un diagnóstico, entre otras razones, para detener uno de los picos más altos de la pandemia hasta el momento.

No para todos es una ligera gripa, no todo se cura con ungüentos... lamentablemente en México existen grandes porcentajes de la población con enfermedades que por su condición podrían desencadenar niveles de gravedad e incluso la muerte. Lo estamos viendo en los hospitales que nuevamente comienzan a saturarse.

Entonces, ¿tenemos el gobierno que merecemos? Me cuesta decirlo, pero la respuesta es sí, porque nos gana la indiferencia ante todo lo demás. Nos gana el estar viendo solo por nosotros mismos, por nuestros propios intereses. ¿Pero qué es todo lo demás? como ejemplos, entender qué está pasando en el Congreso, que está pasando con la inflación, con la economía, con la salida de capitales y también con noticias como la de esta semana en México, la venta de CITI Banamex, que no es algo fortuito.

Cada uno de nosotros tiene una historia, un origen y no podemos seguir siendo indiferentes, menos los que tenemos la oportunidad de hacer un cambio y que hemos tenido las posibilidades de tener una vida digna en este país. Dejar la queja y actuar debería ser uno de los propósitos más legítimos –y urgentes– de este año.

¿Qué harás por tu país este año? Se pueden hacer tantas cosas.

Este año será también de elecciones, ¿qué tanto te informarás al respecto?

Respecto a la salida de CITI Group del país, me podrán decir que es una estrategia de la compañía como lo haría cualquiera de los grandes consorcios, pero también hay otras lecturas que vale la pena revisar y sobre todo analizar. La pregunta sería ¿por qué ahora?; siendo que el año pasado, en 2021, México tuvo la mayor salida de capital extranjero de los últimos años: 12,360 millones de dólares, según lo publicado por el Banco de México, es el mayor monto desde que se empezó a medir en 1992. Si nos ponemos a revisar los países de los cuales se ha ido CITI, estamos hablando de Argentina (2017), Colombia (2018), debemos entender un poco más el contexto.

Que nos digan que México está bien… ajá, difícil de creer en cualquier materia y mucho menos en la económica; sencillamente EUA llegó a un máximo histórico en inflación del 7%.