México, siempre conmigo 🇲🇽
- Mariana E

- 16 sept
- 2 Min. de lectura

Ser mexicana es algo que siempre me ha llenado de orgullo. Me reconozco en cada una de tus letras, y hoy es muy común que me pregunten: ¿De dónde eres? Con una sonrisa y el alma llena siempre respondo: de México. Y confieso que decirlo me emociona profundamente.
Soy esa mexicana de colores vivos, la que reconoce tanto lo bueno como lo malo de su país. Sí, hoy me duele saber de tantas cosas terribles que suceden, pero también entiendo que he tenido una vida privilegiada: estudié en colegios privados, nunca faltó comida en mi casa y, sobre todo, tuve una mamá amorosa que me enseñó a conocer México desde pequeña y me ayudó a poner los pies en la tierra cada vez que lo necesitaba.
Donde vivo ahora, no veo niños en la calle pidiendo para comer, ni profesionistas manejando taxis, ni mujeres agotadas trabajando en tres lugares para sacar adelante a su familia. La realidad aquí es distinta, y me pregunto por qué México no puede ser igual. Escucho respuestas —que somos demasiados, que la educación está rezagada, que hay mil obstáculos—, pero por cada respuesta me surgen nuevas preguntas.
Comparar ambas realidades es inevitable, aunque también me lleva a valorar lo que México me dio: crecí rodeada de amor, de cariño, de una cultura que vibra en tradiciones y colores. Aprendí que cualquier pretexto es bueno para hacer una fiesta, que un buen tequila sabe mejor con amigos, que el sol casi siempre nos acompaña y que cuando la vida nos golpea, sabemos ayudarnos como verdaderos hermanos. También sé lo que sentimos con la pasión del fútbol, esa que nos une, o el orgullo que nos despierta cualquier deportista que nos da una sorpresa. Que sentimos orgullo cada que alguien sobresale en el extranjero y reconocemos ese esfuerzo porque sabemos cuanto cuesta en la mayoría de los casos lograr ciertos premios.
Claro, también veo lo difícil: lo críticos que somos, lo mucho que juzgamos, el machismo, la desigualdad, la corrupción, la impuntualidad. México es todo eso y más. Es un país tan complejo que en un mismo día puedes pasar de una realidad a otra y sentir que son mundos diferentes.
Cuando me preguntan qué extraño, lo tengo muy claro: primero, a mi gente, porque nada se parece a esos abrazos llenos de calor ni a los besos cotidianos que nos acercan; segundo, el sol y ese clima maravilloso que es un regalo de la vida; y tercero, la comida, porque no hay palabras suficientes para describir lo que significa sentarse a comer unos buenos tacos o un buen pozole para celebrar esa fecha tan especial que siempre marcamos en el calendario: 15 de septiembre.
Aunque cambie de destino o de forma de vivir, siempre, siempre estaré orgullosa de decir: SOY MEXICANA.
#MéxicoSiempreEnMiCorazón#SerMexicanaEsUnOrgullo#AmorQueCruzaFronteras#MiMéxicoQuerido#SiempreMexicana#MéxicoEnElAlma




Comentarios