#Mafalda en mi vida.
- Mariana E

- 7 oct 2020
- 3 Min. de lectura

"Comienza tu día con una sonrisa y verás
lo divertido que es ir por ahí desentonando con todo el mundo."
En muchas ocasiones he platicado sobre cómo mi vida de niña y adolescente estuvo rodeada de libros. También les he platicado que mi papá juega un rol importante en mi gusto por la lectura, la poesía y ciertos escritores, pero la persona que realmente me llevó a descubrir historias fantásticas y enamorarme de personajes que hoy admiro, es mi mamá.
Pensar en Mafalda es remontarme a mi mamá y a todos esos libros que coleccionaba y que además me leía. Era tan niña que la verdad no entendía mucho su discurso, pero empecé a crecer y a construir mi mundo y fue cuando me di cuenta del poder que tenía este peculiar personaje.

Hoy, a una semana de la muerte de Quino, me gustaría contarles quién es él y sobre todo, qué representa Mafalda en mi vida, y recordar algunas de sus frases más celebres.
Y para esto quiero retomar textos que podemos encontrar en el sitio oficial de Quino, entre ellos su autobiografía:
Al son de esta nana nace, en 1932, en Mendoza (Argentina) un bebé llamado Joaquín Salvador Lavado Tejón, «Quino», de padres andaluces.
Como papá y mamá son españoles, «todos los españoles son personas estupendas».
Pero a los cuatro años (1936) el pequeño Quino descubre que andan por ahí unos españoles malísimos, que están matando a los españoles buenos. Alemanes, italianos, curas y monjas son personas malísimas porque están de parte de los españoles malos.
En cambio, hay catalanes que han dejado de ser malos y ayudan a los españoles buenos.
1939: Sálvese quien pueda! Han ganado los malos.
Pero el pequeño Quino ya va a las escuelas y allí aprende que los que son buenos de verdad son los argentinos.
Para intentar deshacer el embrollo, el pequeño Quino se pone a dibujar, en silencio.
Hablando se arriesga uno a decir cosas equivocadas sobre el bien y el mal.
Hacia finales de 1939 el panorama se complica: los ingleses, que eran malísimos porque habían robado las Malvinas y Gibraltar, ahora son buenos porque defienden al mundo de la agresión alemana, italiana y nipona (1941).
También los norteamericanos son buenos.
En 1945 Quino empieza a estudiar dibujo en la Escuela de Bellas Artes de Mendoza.
En 1954, tras enterarse de que los italianos, los alemanes y los japoneses no son al fin y al cabo tan malos, y que los ingleses, los norteamericanos y los franceses tampoco son tan buenos, se traslada en Buenos Aires, donde empieza a publicar sus viñetas.
En 1960, Quino se casa con Alicia, de origen italiano, y descubre la bondad de ese pueblo estupendo.
Su carrera como dibujante humorístico se afirma con Mundo Quino (1963), su primer libro, y en 1964 nace Mafalda, una niña que intenta resolver el dilema de quiénes son los buenos y quiénes los malos en este mundo.
En su sitio oficial puedes encontrar más de su historia y todo lo que él escribió, dibujó y publicó. Te dejo el link: https://www.quino.com.ar/
Al leer más de Quino, me queda la reflexión sobre lo lindo que es trascender aportando alegría a la humanidad y sobre todo, cómo es que a partir de un personaje como Mafalda logró hacernos cuestionar las situaciones y no dejarlas pasar, pero siempre con un toque especial. Y es que educar, enseñar y compartir no debería ser tan hosco, sino todo lo contrario; para invitar al conocimiento deben existir colores y matices que nos provoquen o inciten a seguir en una búsqueda de mas conocimiento.

Como diría uno de mis favoritos, Juan Villoro en su columna, cito textual:
"La segunda mitad del siglo XX se entiende por la ironía de Quino, que ayudó a reír de las noticias que nunca debieron suceder y enseñó que la infancia no es la antesala de la vida adulta, sino su necesaria corrección; Al concebir a una filosofía de seis años disidente, Quino creó el mayor ejercicio de contraeducación de la cultura popular. "

Personas que trascienden… ¡gracias!





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