Los otros efectos de la pandemia.
- Mariana E

- 30 ene 2021
- 3 Min. de lectura

Tu salud mental es igual de importante que tu salud física.
Existe un efecto provocado por la pandemia al que pocos nos hemos detenido a observar y mucho menos nos hemos ocupado al respecto, y tristemente es una realidad que no tarda en golpearnos. Después de meses de confinamiento, a casi ya un año en México del primer caso detectado, la situación es aún más crítica en hospitales, los duelos sin despedidas se incrementan día a día y sobra mencionar la crisis económica que estamos viviendo; todas son razones suficientes para socavar nuestra salud mental.
Lo que está pasando no es para nada menor en ningún aspecto de nuestra vida, desde el constante estrés por el temor a contagiarnos, en preguntarnos si somos asintomáticos o no, hasta la crisis económica que atraviesa el país, donde de acuerdo con cifras oficiales, las empresas han tenido un impacto negativo del 93% y la población económicamente activa tuvo igualmente un impacto negativo del 63%, además de la contracción económica que tuvo México del -8.5% y -9%. Sobra decir que es la crisis más severa de los últimos cien años en este país.
La situación económica es relevante y por supuesto que es crucial para tener una vida mucho más plena y digna de ser vivida, sin embargo, el aislamiento social al cual hemos sido confinados tiene un impacto emocional muy profundo que vale la pena prestarle toda la atención.
“El aislamiento significa la pérdida de la rutina habitual. Ya sean actividades del hogar, el trabajo y la escuela, así como actividades físicas y de esparcimiento, con esto hay pérdida o reducción de la interacción social con familia y amigos y, sin duda, la limitación del contacto físico con las demás personas que nos rodean.
Este impacto, además, puede llevar a síntomas más graves como depresión o sentimientos de desesperanza, tristeza, cambios en el apetito, insomnio o dormir demasiado, ansiedad, estrés agudo o incluso síntomas de estrés postraumático, ira, fastidio y agotamiento emocional intenso."
Si alguien deja saber que se encuentra deprimido o triste, no se debe tomar a la ligera, sino lo opuesto. El incremento de suicidios en el mundo derivado de esta situación se incrementó. Algunas cifras de la OMS (Organización Mundial de la Salud), indican que el suicidio es la segunda causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años; la mortalidad es superior a la total causada por la guerra y homicidios, ocurre una muerte cada 40 segundos y el 75% de los suicidios se produce en países de ingresos bajos y medianos.
¡DEJEMOS DE SUBESTIMAR CUANDO LAS PERSONAS DICEN QUE ESTÁN DEPRIMIDAS!
Aunque hemos encontrado formas y recursos para que nuestro día a día sea mucho más llevadero, esta situación ha limitado algo fundamental en la vida de cualquier ser humano que es la conexión entre todos, y es que al no contar con una conexión social hemos sufrido también una pérdida de contacto físico.
De acuerdo con un estudio publicado en Perspectives on Psychological Science, la soledad y el aislamiento social son dos veces más perjudiciales para la salud física y mental que la obesidad.
El miedo a la enfermedad, la muerte y la incertidumbre sobre el futuro precipitan los trastornos relacionados con la ansiedad y el estrés.
¿Cómo nos seguimos preparando ante esta situación?
Lo he mencionado en otras entregas, debemos reconocer nuestras emociones y aceptarlas, y también es importante que se compartan con una persona de confianza. Hay que evitar atiborrarnos de información y buscar fuentes confiables, de preferencia no al amanecer y mucho menos antes de ir a dormir, ya que estos dos momentos son importante para nuestro día; al despertar contamos con una nueva oportunidad de afrontar, con una mejor actitud, la situación por la que estamos atravesando y antes de dormir, lo mejor es dar a nuestra mente una sensación de paz y calma.
Ninguna tecnología reemplazará el contacto físico, sin embargo, en medio de toda esta crisis que, aunque el gobierno se empeña en decir que "ya se ve la luz al final del camino", los hechos nos demuestran otras cosas cuando hablamos de un plan de vacunación fallido desde un inicio, tan solo por el número de vacunas que se han recibido en este país. Ante este difícil entorno, sumaría que en lugar de mandar un mensaje, tomemos el teléfono y escuchemos la voz de las personas, hagamos videollamadas si nos es posible. De acuerdo a nuestras posibilidades, aprovechemos lo que hoy se pueda de la tecnología.
Faltan muchos días para que esta situación termine o mejore; hagamos lo que está en nuestras manos que es cuidarnos con las medidas que todos conocemos.
La primera riqueza es la salud.
Ralph Waldo Emerson




Es cierto, el aislamiento ha sido un reto para much@s de nosotr@s. Personalmente me identifico mucho con el anuncio de librerías Gandhi que hace alusión a esto: https://mobile.twitter.com/libreriasgandhi/status/1283069770162597889. Saludos!