Israel y lo bien que lo ha hecho… sí, en vacunación.
- Mariana E

- 12 mar 2021
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El conocimiento no ocupa mucho lugar.
Dejemos por un momento de lado a nuestro país, un México lleno de contrastes y en este momento inmerso en muchas crisis de las cuales he hablado en otras ocasiones, económicas, sociales, políticas y por supuesto de salud y vayamos a uno de los territorios que más me sorprenden en muchos aspectos, un país por muchos conocido, pero pocos gozan de conocer su historia tal vez por prejuicios o por falta de interés. En esta entrega quiero hablar de #Israel y sentar un contexto por una simple la razón: son el primer país en lograr vacunar a la gran mayoría de su población; vale la pena mencionar que, en el caso de América Latina, Chile también lo ha hecho de maravilla.
Israel, un país situado en el medio oriente, en el mar mediterráneo, donde convergen tres religiones en un solo territorio, judíos, cristianos y musulmanes, donde podemos encontrar grandes sitios de interés como lo son el histórico Muro de los Lamentos, la mezquita de Al-Aqsa y la iglesia del Santo Sepulcro. Además, por supuesto de su muy reconocido centro financiero en Tel Aviv, cuenta con una población estimada de 8,8 millones de personas según cifras del BM (2018).

Es posible que, en cifras comparables con México, Alemania o incluso Estados Unidos sean menores, sin embargo, esto no quita o pone de lado lo bien que lo han hecho al lograr vacunar a la gran mayoría de su población. Los registros marcan una tasa de 11,55 dosis por cada 100 habitantes. Inició sus jornadas de vacunación el 19 de diciembre y está aplicando 150,000 inyecciones al día, dando prioridad a los mayores de 60 años.
Para el 21 de febrero de 2021, Israel contaba ya con la tasa de vacunación más alta del mundo, más del 49% de la población ya había recibido al menos una dosis de la vacuna. Bajo este esquema, las personas ya pueden asistir a centros comerciales y visitar atracciones turísticas, esto incluye también hoteles y sinagogas. Parte de su estrategia fue colocar un “pasaporte verde”, un certificado que solo se puede obtener una vez que se haya colocado la vacuna y es expedido por el ministerio de salud y tiene una validez de seis meses. Sin embargo, a pesar de estos logros, el aeropuerto permanecerá cerrado durante otras dos semanas.
Israel ha registrado 3,314 muertes por COVID-19 y más de 419,000 casos. No quiero mencionar las cifras que tiene México que en realidad son desastrosas, pero es inevitable no compararnos con este país o incluso con Chile.
El engaño y la falta de estrategia durante esta pandemia en México ha sido inhumana, como han dicho en otros medios, el gobierno ha jugado el rol de un asesino. Fuertes declaraciones, pero reales cuando sabemos que jamás nos hemos ocupado por tener un sistema de salud que permita a las personas llevar una vida digna y aquí están las consecuencias, cuando nos enfrentamos a algo que nadie esperaba vivir. Absolutamente todos los países tienen sus propios problemas, unos más álgidos que otros, sin embargo, cada gobierno debe velar entre muchas cosas por la salud de los ciudadanos a través de instituciones seguras y confiables.
Hablar de Israel es también ser conscientes de sus problemas internos, de actos de corrupción por parte de su primer ministro Benjamín Netanyahu, entre otros; pero también es reconocer lo siguiente: alrededor del 69% de las personas de 15 a 64 años de edad cuentan con un empleo remunerado, cifra ligeramente mayor que el promedio de la OCDE de 68%. El 87% de los adultos de 25 a 64 años han terminado la educación media superior, cifra mayor que el promedio de la OCDE de 79%. (Cifras tomadas de la OCDE).
Y quiero ser puntual sobre esta entrega, estoy únicamente reconociendo lo bien que lo han hecho en temas de vacunación y educación. Todos los países a través de los gobiernos tienen mucho por trabajar para lograr mejores equilibrios en varios aspectos, sin embargo, deberíamos empezar a copiar las mejores prácticas de otros países. Es momento de voltear a ver más allá de lo que está arriba de nosotros.

El que tiene salud tiene esperanza, y el que tiene esperanza es dueño de todo.




Simples organización y disciplina, dos palabras que hacen la gran diferencia entre las culturas y las naciones y que en nuestro caso, tristemente, son muy poco frecuente.