Falta de medicamentos, una más…
- Mariana E

- 25 jun 2021
- 3 Min. de lectura

"La felicidad del cuerpo se funda en la salud; la del entendimiento, en el saber."
Tales de Mileto
Dice un dicho, cuando se tiene salud se tiene todo y de cierta manera es real, ya que el cuerpo es el mejor instrumento que tenemos para realizar todas nuestras actividades y cumplir todo eso que anhelamos. Es nuestro motor todos los días, es una máquina perfecta.
Parte de nuestra existencia como seres humanos es estar expuestos a un sinfín de enfermedades, en muchas ocasiones propiciadas por nosotros mismos, por no cuidar nuestra alimentación, hidratación y también nuestras emociones; en muchas otras en realidad no está en nuestras manos, por ejemplo enfermedades como el cáncer, lupus, la epilepsia, entre otras, no son propiciadas por nosotros, incluso los accidentes a los cuales podríamos estar expuestos.
Estar enfermo, impide sentirnos en plenitud, y eso significa que en algún momento debemos hacer uso de medicamentos que nos ayuden a mejorar o aminoren nuestros malestares.
En México, para muchas familias no es económicamente viable contar con un seguro de vida o de gastos médicos mayores, al no percibir los ingresos suficientes. Es una situación sumamente difícil en la cual viven 8 de cada 10 mexicanos en el país. Estamos hablando de que más del 80% de la población no cuenta con un seguro de vida.
El sistema de salud en México está completamente fracturado. De acuerdo con datos de la OCDE, por cada 1,000 habitantes España cuenta con 4 médicos, Noruega con 4,9 y Alemania con 4,3; en el caso de nuestro país contamos con 2,2 médicos. Si a esto sumamos el deficiente servicio de la gran mayoría de las instituciones públicas y el difícil acceso por temas económicos a instituciones privadas, el resultado es poco alentador. Estos factores convierten la atención médica en un tema de privilegio en este país.
En medio de toda esta situación, también debemos sumar la escasez de medicamentos que hoy padece el país y que desde el inicio de este sexenio ha ido al alza de manera considerable por diversas razones que valdría la pena analizar.
Un gobierno que ha dejado claro que la salud de los mexicanos no forma parte de sus prioridades:
El recorte en el presupuesto, la forma de comprar medicamentos y también la cancelación de varios laboratorios para presentar sus propuestas en procesos de licitación. La creación del INSABI, sumamente cuestionado.
El cáncer es la enfermedad que más desabastecimiento de fármacos ha padecido; los casos en 2020 se elevaron en más de 118%.
En los últimos dos años y medio se han recopilado miles de reportes de escasez de medicamentos. Los padecimientos en los que más se reporta desabasto son cáncer, diabetes, hipertensión y VIH. Enfermedades que sabemos que la falta o interrupción de un medicamento puede llevar a la muerte.
Es evidente también la corrupción que hay detrás de todo este desabasto, como los precios en los que se han llegado a comprar algunos de los insumos para la pandemia. Y otros medicamentos para diferentes enfermedades, ejemplo de ello en el proyecto “VivirconVIH” en el que se analizaron la compra de antirretrovirales entre 2017 y 2018. Se encontró que el país compraba medicamentos 73,21% por encima de los precios de referencia de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Comparado con los otros cinco países del estudio – Bolivia, Ecuador, Costa Rica, Guatemala, Perú-, México era el que más caro compraba.
La corrupción en el contexto de la salud no es un evento aislado que debamos minimizar cuando ha provocado miles de muertes, una vez más. La corrupción mata.
Adicionalmente, vale la pena ponderar la posición dependiente que tenemos con la India como parte de nuestra cadena de suministro. India, país fuertemente afectado por la crisis de COVID-19, representa para México el 40% del volumen total de importaciones en esta materia y derivado de la crisis los envíos se han retrasado por el cierre de fábricas y la logística en consecuencia ha tenido un impacto negativo en las fechas de entrega.
Pero de poco sirve el análisis, cuando miles de familias hoy se están viendo afectadas por la falta de medicamentos, sin una solución, ni un plan de acción para mejorar esta situación. Vale la pena decirlo con todas sus letras: tenemos un gobierno que está matando a miles de personas por la falta de estrategia. Un gobierno que nuevamente nos deja ver que la vida de miles de personas no le interesa. Un gobierno que muestra su ineptitud también en esta materia. ¿¡Hasta cuándo!?
Fuentes consultadas: The Washington Post, Mayo, 2021.




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