Escribiendo en una nueva página en blanco... regresamos a la escuela.
- Mariana E

- 14 ago 2020
- 3 Min. de lectura

La enseñanza que deja huella no es la que se hace
de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón.
Howard G. Hendricks
Este regreso a la escuela no tuvo el mismo sabor. Me hizo falta pisar el salón de clases y conocer a los nuevos estudiantes, conocer sus ilusiones, sueños y pasiones, o lo que están descubriendo que serán sus pasiones. Entender qué tanto leen, cuáles han sido sus últimos libros, saber de viva voz qué esperan de la clase, de mí como maestra e incluso de ellos mismo al interior del salón... en fin, saber cuáles son sus expectativas.
Y es que esta realidad nos sigue golpeando. Hace varios años leí un libro que hablaba sobre lo que se esperaba de la educación en un futuro cercano y tenía la premisa de lo que hoy estamos viviendo, pero de una forma forzada diría yo. Porque el hecho de no ir hoy a la escuela no es por gusto, es porque la realidad nos lo exige. En el momento en que leí el libro me hizo sentido y dije "claro"... sin embargo, ya en la realidad no me gusta para nada, lo confieso; extraño las interacciones, las participaciones en vivo y muchas otras cosas.
A pesar de eso, dentro de esta realidad de alguna manera me siento sumamente afortunada porque soy una maestra que está pudiendo ejercer una de las actividades que más amo y disfruto, que es compartir conocimiento y aprender a través de mis estudiantes un sinfín de cosas y seguir creciendo.
Lamentablemente mi realidad no es la de muchos maestros de este país y tampoco muchos niños y estudiantes mexicanos tendrán la oportunidad de iniciar un nuevo ciclo escolar.
La pandemia también vino a demostrar y hacer mas evidente la carencia de recursos que sufren tantas familias en México, así como el rezago educativo del país. Porque no estamos preparados para educar a distancia, no hay manera, muchas familias no cuentan con televisión (iniciativa del gobierno), mucho menos una computadora con una conexión a internet.
Estoy convencida de que la educación es de las pocas cosas que puede sacar a un país adelante, es a través de personas con más conocimientos como se logran cambiar las cosas que no nos gustan o incluso, mejor aún, aprovechar esos conocimientos y creatividad en beneficio de la sociedad.
Siempre lo diré, no es lo que yo pueda enseñarte como maestra, es más bien lo que te pueda compartir y que te haga pensar e imaginar que existen más posibilidades. Igualmente siempre diré: CUESTIONARNOS absolutamente todo. CUESTIONARNOS el status quo, lo que nos han dicho toda la vida, incluso quienes hemos sido hasta el momento.
Por eso, hoy puedo decir que estoy realmente preocupada y triste por la situación de mi país desde otro escenario, en este caso la educación, porque en las escuelas siempre existirá un maestro que nos ayude a ver la vida de otra forma, que nos dé dirección e incluso que nos inspire. Y hoy las cifras son sumamente preocupantes, la cantidad de niños que no regresará a la escuela es impresionante; la cantidad de padres que han perdido sus trabajos y que van a tener que inscribir a sus hijos en escuelas públicas, donde es bien sabido que aunque no en todas, pero sí en una gran mayoría, el nivel es más bajo comparado con escuelas particulares. Sin embargo, estoy convencida de que cuando el estudiante quiere aprender podrá hacerlo en cualquier lugar y condición. Y aquí puedo entrar en una discusión mayor, porque hay muchas aristas en este tema que seguramente estaré abordando en otras publicaciones.
A pesar de todo esto y en lo que a mí respecta como maestra, mi nuevo grupo me tiene sumamente ilusionada y emocionada, porque siempre encuentro las razones para ser mejor y dar lo mejor de mí. Ser maestra es una de mis más grandes pasiones.
Será un semestre distinto, donde tendremos que seguir reinventándonos como maestros y también como estudiantes, para sacar lo mejor de nosotros también en esta situación. Porque en esta vida lo único constante es el cambio, entonces o nos adaptamos y supervivimos. Y no quiero decir sobreviviendo, porque en mi caso no lo siento, no lo pienso ni lo vivo de esa manera.
Hay mucho por lo cual seguir construyendo y creando para supervivir.
Desde ya, sintámonos afortunados porque sí pudimos volver. Y agradecidos con nuestras familias, que están a nuestro alrededor apoyándonos para seguir construyendo nuestros sueños. Demos gracias por lo que sí tenemos y somos.
"La vida debe ser una incesante educación."
Gustave Flaubert




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