El mayor tema de conversación… el trabajo.

La energía de la mente es la esencia de la vida.

Aristóteles

---

El trabajo, algo de lo que hablamos todos los días entre conocidos, familiares y amigos y que se vuelve tema de conversación en cualquier mesa.

El día del trabajo tiene origen en Chicago, en el año 1886 donde los trabajadores comenzaron una huelga en búsqueda de un trato más justo y de poder reducir las jornadas laborales de 12 a 8 horas. En México, este día se declaró varios años después, en 1913, cuando tuvo lugar el primer desfile obrero en el que participaron más de 25 mil trabajadores.

Las cosas han cambiado drásticamente con los años. Hoy, en pleno 2021 debemos sentirnos afortunados y agradecidos los que tenemos un trabajo que pueda darnos la calidad de vida que vaya acorde con nuestros intereses, anhelos e ilusiones.

Sentirnos afortunados y agradecidos porque en medio de toda esta crisis que estamos viviendo, sabemos que ha habido un importante recorte de personal a nivel mundial en diferentes industrias; muchas empresas han tenido que cerrar sus puertas. Tan solo en México, de acuerdo con cifras de junio de 2020, mas de un millón de empleos formales se habían perdido.

Por otro lado, no debemos dejar pasar el impacto que está teniendo la tecnología, reemplazando al personal en muchas funciones; esto tampoco es un fenómeno nuevo, pero sí uno que avanza y que impacta a la economía, de acuerdo con un informe de McKinsey & Company, en México esto representa un potencial de 52% de empleos que pueden ser automatizados, reemplazados por robots o máquinas, cifras reales de 25,5 millones de personas, de tal manera que uno de cada dos empleados podrá ser sustituido.

La situación como en muchos temas no es alentadora, pero me gustaría tocar un tema aún más importante a través de la siguiente pregunta:

¿Realmente qué es el trabajo?

¿De verdad son esas ocho horas que pasamos hoy en día frente a la computadora? En esta época de pandemia, para muchos de los “afortunados” esas ocho horas se han convertido en 12 e incluso hasta 14 horas. El modelo actual no permite que te detengas, al contrario, hoy existen una serie de aplicaciones e instrumentos que incentivan el estar “ocupado” la gran mayoría del tiempo, cuando el estar ocupado no necesariamente te hace más productivo, si no todo lo opuesto. Los mexicanos, de acuerdo con cifras de la OCDE (2018) destinan 2,255 horas del año al trabajo. Es la cifra más alta de los países miembros, el contraste lo podemos ver con Alemania cuyo promedio es de 1,363 horas. El país con menos horas es Canadá con 1,703.

También podemos hablar de trabajo en otro sentido: son esas horas que dedicamos todos los días en muchos casos más de la mitad del día, ¿a algo que nos gusta?, ¿para lo que realmente somos buenos?, incluso en muchos casos los verdaderos AFORTUNADOS, ¿viven sus pasiones a través de esas horas?

Pregunta relevante… ¿Si te dejaran de pagar, seguirías haciendo lo mismo durante ocho, doce o catorce horas?

La forma en la que solíamos entender el trabajo era ir a una oficina, laborar para una compañía por muchos años o prácticamente toda una vida y hasta conformarse con eso prácticamente. Los tiempos han cambiado y hoy se presentan nuevas oportunidades, lamentablemente no para muchas personas. Nuevas generaciones están buscando formar sus propios caminos, unos lo han conseguido, otros siguen en el intento. Y muchos siguen buscando la manera de pertenecer a un campo laboral que hoy exige mejor preparación en todos los sentidos. La competencia dejó de ser local, se volvió global.

En medio de esta situación, donde por supuesto vivimos una crisis laboral importante, las personas deberíamos empezar a hacernos las preguntas correctas también… ¿a qué quiero dedicar mi vida?, por ejemplo.

Lo preocupante es que pocas personas, dadas sus condiciones, pueden formularse esa pregunta. Si me estás leyendo es posible que tengas más posibilidades que el grueso de la población de este país. Piénsalo.