El desafío de la migración.
- Mariana E

- 11 dic 2021
- 3 Min. de lectura

Me llaman inmigrante para insultarme, como si querer sobrevivir fuera un insulto.
Muchos mexicanos salen de este país, buscando mejores oportunidades para tener una vida más digna, pero pocos de ellos realmente querrían abandonar México, a sus familias y todo lo que conlleva dejar el lugar donde nacieron.
Las historias que conocemos son de todo tipo, incluso muchos de nosotros tenemos a un familiar, un amigo, alguien cercano que por alguna razón decide irse, sin embargo, la razón principal suele ser la misma: mejores condiciones. El primer país donde suelen ir miles o millones de mexicanos es E.U.A. sin embargo, la migración hacia Canadá también ha crecido en los últimos años. ¿Qué tienen esos países que no tenga México? En una palabra, oportunidades. Nos guste o no, EUA da empleo a miles de mexicanos en diferentes ámbitos y rubros.
La vida de estas familias que se ven divididas por factores económicos, sociales e incluso de seguridad, no es nada sencilla y tristemente estas historias se seguirán repitiendo muchos años más. El tema de la migración ha sido, desde el siglo XX, un problema sin una solución efectiva y mucho menos definitiva por parte de ninguno de los gobiernos, y las causas de raíz son muy variadas.
Hoy el desafío es aún mayor; México como nunca está siendo un país no solo de paso para miles de centroamericanos que también están buscando oportunidades, hoy también es visto como un país destino. Las implicaciones de esta situación no tienen consecuencias menores, al contrario, México no está preparado en ningún aspecto para poder recibir a miles de migrantes que deciden quedarse o que por alguna razón no logran cruzar la frontera de México con éxito y como resultado tenemos situaciones como la de esta semana en Chiapas, con un accidente que dejó más de 50 muertes y 55 lesionados.
La población migrante sigue siendo significativamente baja, más si hacemos un comparativo con otros países, además de la política migratoria restrictiva que siempre se ha manejado, no podemos perder de vista que los datos en este aspecto tampoco ayudan mucho, en función de la transparencia. Pocas encuestas recolectan datos sociodemográficos sobre el país de origen, la nacionalidad o el estatus jurídico de los migrantes. Mucho menos podemos pensar que exista un presupuesto asignado a este grupo ya que sencillamente no están contemplados. Este fenómeno que antes al gobierno le parecía fácil o sencillo ocultar, hoy es bastante evidente que empieza a existir una población que ha decidido quedarse. Es en los semáforos de la CDMX donde podemos ver a personas de Honduras, Guatemala y Haití, pero existen otros estados como Tabasco, donde existen grandes concentraciones de otras nacionalidades.
El tema se debe tomar con la seriedad y con la importancia necesaria, ya que como sociedad, históricamente desde la era posrevolucionaria, existe un nacionalismo xenófobo que no acepta a estos miles de migrantes. La vulnerabilidad de esta población en todos los aspectos se vuelve inhumana en temas como, por ejemplo, educación, vivienda, alimentación, seguridad; están más expuestos a ser extorsionados, maltratados, etc.

Desde 2018, a través de las diferentes caravanas migratorias se hizo evidente que la migración será un tema al que se le debe prestar mucha más atención y hacer mejores políticas; ya que guste o no a miles de mexicanos, México dejó de ser un lugar de paso para convertirse en un espacio donde miles de personas se estarán quedando. Así que la retórica antiinmigración se debe cambiar por una propuesta que los considere.
Este tema debe formar parte de la agenda política de México y ser tomado con otra narrativa, desde diferentes frentes.
La seguridad no es cara, es inestimable.
Jerry Smith




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