¿Despegando?
- Mariana E

- 25 mar 2022
- 3 Min. de lectura

Un aeropuerto que más que orgullo, causa pena.
A casi una semana de haberse inaugurado, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) en el Estado de México, obra insignia del presidente, sigue sin convencer a muchos.
Recordemos que el presidente tiene en mente cuatro obras a las que ha considerado su prioridad: el mencionado aeropuerto, una refinería, un tren turístico y un corredor interoceánico, y más que sentir orgullo, es una sensación de miedo; hace algunos años, Marcelo Ebrard inauguraba la obra de la línea 12 del metro, de la cual vimos consecuencias fatales hace un año, con la pérdida de 27 vidas. Y las imágenes resultaron muy parecidas, el lunes pasado, se sienten escalofríos solo de pensar en lo que puede ocurrir en esta terminal.
¿Cuál es el afán de apresurar una obra?
Empezar a mostrar los primeros resultados de su gobierno, sí, pero ¿a qué costo?.
No desviaré la atención como lo quiso hacer el presidente, llevando a una señora a preparar tlayudas o doraditas cargando un tanque de gas con el peligro que esto representa. Mejor centremos la atención en lo evidente, un aeropuerto que lleva el nombre de "internacional", sin embargo, la única aerolínea que aceptó el juego resultó ser venezolana, qué triste coincidencia, adicional al retraso de los dos vuelos tanto nacionales como internacionales.
Algo que realmente es de platicarse es el afán del presidente de colocar a los pobres como parte principal de su parafernalia; si bien estas instalaciones quedan mucho más cercanas a zonas como Ecatepec, la realidad es, ¿son quiénes están buscando realmente viajar? ¿quiénes realmente alcanzan esa posibilidad?.
Es realmente lastimoso escucharlo y ver cómo se llena la boca hablando de los pobres. Un aeropuerto no va a resolver la brecha en este país, al contrario, y por supuesto que tener una infraestructura con estas características también merma la calidad de vida de esta población.
Este aeropuerto ha sido tan discutido desde sus inicios; recordemos que todo surgió a partir de una consulta popular, donde, a nombre del "pueblo sabio", evaluaba otra obra que ya llevaba el 30% de avance y que simplemente decidió dar por terminada, al igual que todos los contratos firmados, pero bueno, todos sabemos que desde que llegó al cargo, el presidente ha hecho de este país lo que ha querido. ¿Y quién pagó esos contratos no cumplidos?... millones de mexicanos, tanto que se le conoció como el Fobaproa de los aeropuertos. La Auditoría Superior de la Federación, un órgano autónomo de fiscalización del gobierno, ha presentado varios cálculos en los últimos años. El más reciente indica que el costo de la cancelación ha sido de poco más de US$9.000 millones. Aunque el gobierno de AMLO tenga otras cifras.
Recordar es importante, el 21 de noviembre del 2021 se publicó el acuerdo por el que se instruye a las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal a realizar las acciones que se indican, en relación con los proyectos y obras del Gobierno de México considerados de interés público y seguridad nacional, así como prioritarios y estratégicos para el desarrollo nacional. ¿Qué significa esto en términos simples?, que sus proyectos insignia son asuntos de seguridad nacional y por lo mismo no podrán ser auditados.
El problema no es menor y sigue sin resolverse, tenemos 20 años con un aeropuerto que no es suficiente para la cantidad de personas que utilizan este espacio, llegando al máximo de capacidad con 32 millones de pasajeros. Por otro lado, el aeropuerto se encuentra a 50 km del centro de Ciudad de México, una distancia mayor a la de muchos aeropuertos de capitales del mundo, más la falta de conectividad y no se prevé que haya un tren rápido que lo conecte hasta finales de 2023.
En términos más prácticos, es un aeropuerto que está lejos y de difícil acceso para la gran mayoría. Sin afán de ser negativa, esta obra por supuesto no es ni será un éxito y nos aleja del hub logístico que necesitaba México y no solo un simple aeropuerto local.
Las desilusiones te hacen abrir los ojos… y miles de mexicanos los abrimos una vez más.




Comentarios