Cómo transformar la rutina en aprendizaje.
- Mariana E

- 20 ago
- 2 Min. de lectura

La única habilidad competitiva a largo plazo es la habilidad para aprender.
Seymour Papert
La verdad es que ningún día es igual a otro, aun cuando tengamos rutinas y agendas que parecen repetirse semana tras semana. Cada jornada puede ser diferente si nos lo proponemos, y una de las formas más sencillas de lograrlo es aprendiendo. Ese aprendizaje puede empezar desde temprano, por ejemplo, con un momento de meditación al despertar. También puede surgir al explorar un nuevo idioma, practicar una habilidad distinta o simplemente al mantenernos abiertos a descubrir algo nuevo.
Estar receptivos lo facilita todo. Hoy, por ejemplo, decidí comenzar a llevar un diario de lo que voy aprendiendo. Me di cuenta de que cada día incorporo conocimientos y experiencias, pero con frecuencia los olvido. Tal vez sea natural que la memoria los deje ir, pero al escribirlos puedo conservarlos por más tiempo.
En solo unas horas de este día ya aprendí varias cosas: un colega me habló de una ciudad en Holanda que no conocía, mi jefe me recomendó una serie de películas que sumé a mi lista, y por simple curiosidad descubrí que un auto que me llamó la atención se llama ID. Buzz. Son solo datos, sí, pero ayer los desconocía y ahora forman parte de mi mundo.
Lo que enriquece nuestra vida no son únicamente los grandes logros, sino también esas pequeñas experiencias y aprendizajes cotidianos. Nutrirnos de lo nuevo nos mantiene vivos, despiertos y con la energía necesaria para seguir construyendo sueños y objetivos.
Hoy tenemos muchas herramientas al alcance que nos facilitan aprender cosas nuevas, muchas de ellas incluso sin costo. Algunos ejemplos:
Coursera, edX, Udemy, Platzi, Domestika → Cursos estructurados, con certificaciones y variedad de temas (desde programación hasta diseño o idiomas).
LinkedIn Learning → Excelente equilibrio entre soft skills y hard skills, además de conexión con tu perfil profesional.
Khan Academy, FreeCodeCamp → Plataformas gratuitas y muy completas para matemáticas, programación y fundamentos técnicos.
En definitiva, aprender es una decisión. Se trata de abrir nuestra mente, hacernos el tiempo y estar dispuestos.
Aprender cada día, incluso en lo más simple, es una manera de crecer, de mantenernos curiosos y de enriquecer nuestra vida. La cotidianidad deja de ser rutina cuando se convierte en una oportunidad para descubrir, crear y avanzar.




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