Confesiones culinarias y un gran lugar.

Mariana E
5 abr 2022
3 Min. de lectura

Cómete la vida a bocados de placer.

Sí, soy esa persona que cuando conoce un buen lugar y encuentra el platillo ideal, es difícil que lo cambie. Poco experimento con nuevos sabores, sin embargo amo comer eso que ya sé que hace feliz a mi paladar, aunque en ocasiones también me dejo sorprender.

Dicho eso, confieso que en menos de un mes he regresado a un lugar que llegó para quedarse en mi vida, para seguir creando experiencias y sumando recuerdos. Con más de 14 años, este lugar se encuentra en Polanco, en Emilio Castelar 121. Una verdadera delicia que se los garantizo desde ya.

La confesión, si es que aún no me conocen, es que mi platillo ideal de la vida es la paella, podría comerla casi todas las semanas, y es que el mundo de la cocina es tan vasto que jamás dejará de sorprenderme.

El pasado fin de semana, en un domingo que pintaba para solo leer y estar conmigo, se convirtió en una charla con uno de los hombres más importantes de mi vida, mi papá, y aunque a veces nos cuesta soltar el celular, pendientes de las redes sociales y de nuestras fotos, siendo las 12:40 en Polanco y después de un rico desayuno, me dice "Na, tengo antojo de una cerveza, o un trago" y bueno, me brillaron los ojos. En realidad, ayer poco quería leer y mucho menos estar sola, y qué mejor que su compañía y una buena plática de libros, política, futbol, y uno que otro recuerdo.

Mi propuesta fue por supuesto Jaleo Bar de Tapas. El reloj aún no marcaba la 1 pm en domingo –la hora en la que abren–, aprovechamos un poco de caminata por el parque Lincoln, con unas fotos y una que otra risa.

Llegada la hora fuimos los primeros en entrar; las cervezas las cambiamos por otras bebidas para aminorar el calor infernal que estamos teniendo en CDMX. A los pocos minutos el chef salió a preparar lo que es mi platillo favorito en una versión que desconocía, lo cual amé sin control. Aunque tengo mi menú en este lugar, hay algo que me fascina de la vida y es estar abierta a aprender, a conocer, a dejarme sorprender.

¿Ustedes conocen la paella de Huelva? Les dejo unas fotos para que por favor escapen a este lugar el fin de semana, les sugiero hacer reservación.

Investigando un poco para esta entrega, les dejaré unos datos bastante interesantes:

Valencia, al este de España, es el hogar indiscutible de la paella. Es uno de los puertos naturales más grandes del Mediterráneo y ha sido una de las zonas productoras de arroz más importantes de España desde que los árabes lo introdujeron hace más de 1,200 años. De hecho, la palabra española "arroz", se deriva del árabe, no del latín como la mayoría del castellano.
También se dice que el plato Paella es una unión perfecta entre 2 culturas de España, los romanos, para la sartén y los árabes, que trajeron el arroz.
Hay dos tipos de arroz de España que son pequeños granos redondos, de tamaño mediano que absorben bien los sabores y almacenan, pero mantienen su forma. Esto es diferente al arroz para Risotto, que se rompe un poco y desarrolla una textura cremosa. El arroz más popular es el arroz Bomba.
Las variedades de paella son: de cerdo, de langosta, vegetariana, blanca, negra, mixta, de mariscos, de carne y la más conocida, a la valenciana.

Por supuesto pueden iniciar con unas buenas tapas, y terminar con un postre delicioso. No quise perderme una crema catalana que estuvo espectacular, simplemente deliciosa.

Siempre he dicho que salir con mi papá me trae suerte de conocer a personas sumamente interesantes y esta no fue la excepción; llegó la dueña del lugar, sencilla, jovial y con una actitud espectacular nos hizo más sugerencias. Gracias por tremenda hospitalidad.

Así que si aún no tienen planes para este fin, hagan su reservación y en una de esas nos encontramos, jajaja.