CIENA. Consintiendo al paladar en CDMX.

Mariana E
9 dic 2021
2 Min. de lectura

La cocina es alquimia de amor.

Guy de Maupassant

(escritor francés)

Descubriendo lugares en la Ciudad de México, una ciudad que jamás dejará de sorprendernos y menos a través de su cocina y de las nuevas propuestas que tiene.

Hoy les quiero platicar sobre un lugar que descubrimos hace algunos días en Alfonso Reyes 101, en la Condesa. Su nombre es CIENA y no saben la delicia de lugar, pero sobre todo la atención que recibimos desde la entrada y con las personas que nos atendieron a lo largo de la noche. (Siempre decimos que las personas hacen de los lugares una gran experiencia y sin duda esta fue una de ellas).

Este restaurante se inauguró no hace mucho, por lo que vale la pena empezar a hablar de él y a resaltar lo buena que resulta la experiencia. Si están buscando una opción para cenar el lugar es ideal, y seguramente también para desayunos y comidas, que ya estaremos regresando para probar.

Hoy les comparto parte del menú que degustamos en una linda noche de viernes:

Arancini (alioli y salsa harissa) – Una delicia!!!!

Mejillones (salvajes sin concha, con ensopado verde y pan de masa madre) – Un toque acidito encantador.

Ensalada de kale con betabel a la sal. – Ya saben de mi pasión por las ensaladas, pero aún más por el betabel, así que es 100% recomendable.

Pulpo con pimentón. – Nuestro amor por el pulpo, pero en esta ocasión no pudimos decir que no. Una completa delicia.

Risotto (salteado de calamar y almeja) – MI FAVORITO, una verdadera delicia y además la cantidad perfecta.

Porchetta (puré rústico de papa, aderezo de mostaza y hierbas acompañado de bock choy salteado). – Saben que no suelo comer animales, sin embargo, probé un poco de este platillo y también se los super mega recomiendo. Ese toque de mostaza, ¡delicia!

Y esperen, los postres una delicia también: postre de chocolate y fruta quemada.

El ambiente del lugar por la noche es tranquilo, se disfruta, la música tiene un volumen que te permite platicar y estar a gusto, por lo cual la experiencia se vuelve mucho más placentera.