top of page

A 100 días de la invasión a Ucrania.

  • Foto del escritor: Mariana E
    Mariana E
  • 3 jun 2022
  • 3 Min. de lectura


No hay grandeza donde faltan la sencillez, la bondad y la verdad.


Resulta difícil hablar de guerra en estos tiempos, cuando aparentemente vamos saliendo de una pandemia que apenas hemos logrado asimilar, con todo lo que tuvimos que vivir por 2 años y el miedo que llegamos a sentir, además de la polarización que provocó en muchas familias a partir de los cuidados que se debían tener. El otro tema que se escuchaba y leía en la constante es la famosa conspiración de las grandes empresas y de los gobiernos, y tantas otras teorías que en lugar de dar paz generaban ruido en nuestro inconsciente.


Cuando apenas se lograba ver un poco de luz y la salida del tema COVID, resulta que estábamos entrando en una guerra-invasión, de la que hoy se cumplen 100 días, y aunque estemos del otro lado del epicentro de esta situación, son claras las repercusiones que estamos viviendo, entre ellas la migración. Donde los países más cercanos, como es el caso de Polonia, Hungría, Moldavia, Rumania y Eslovaquia, están conteniendo la situación, con 6,8 millones de personas que se han visto forzadas a marcharse de su país. (Fuente ONU-ACNUR).


Hoy que me disponía a escribir sobre el comienzo de la guerra y estos primeros 100 días, me quedé pensando que a veces ya no nos detenemos a reflexionar sobre las implicaciones que esto tiene en nuestras vidas, y que inclusive en mi caso ya no lo pienso en la noche, como al inicio del conflicto; sigo escuchando, leyendo e investigando sobre el tema pero no como en un inicio. Extrañamente tenemos la "capacidad” de volver los problemas tan grandes como una guerra en algo cotidiano, al igual que lo que ocurre en México con los feminicidios: sabemos que la cifra aumenta, pero tampoco reparamos que el problema no es menor. Por supuesto que no es lo mismo para las personas que están inmersas en esta situación; lo he mencionado en otras entregas, mi cabeza y corazón no dimensionan lo que podría ser dejar tu casa, tu país, forzada a abandonar a las personas que amas producto de un conflicto mayor como lo es una lucha de intereses económicos y/o políticos.


Hace tiempo me preguntaron: ¿Mariana, crees que Putin algún día pague por todo lo que está haciendo? La respuesta no la tengo, sin embargo siempre habrá dos formas de ver las cosas: podrá pasar a la historia como uno de los líderes más importantes que ha tenido Rusia desde hace más de una década y la otra es NO SER humano de verdad, alguien que tuvo la posibilidad de hacer y generar el bien desde el poder y no lo hizo.


Cuando el tema del dinero está resuelto, las personas empiezan a buscar el poder y en muchas ocasiones éste los drena, no saben cómo manejarlo y mucho menos ocuparlo en beneficio de los demás. Este es el caso de Putin, un personaje con gran poder utilizado en su propio beneficio y para “el bien” de muy pocos. Lamentable.


Las cifras reales no las tendremos, pero insisto, la vida de las personas que han fallecido, resumida o acotada en números es desvalorizar a la humanidad. Las Naciones Unidas ha podido verificar la muerte de 4,074 civiles y 4,826 personas heridas. Como todo en un conflicto, estas cifras siempre dependerán de la fuente de información, ya que tanto Ucrania como Rusia señalan números muy distintos en cuanto a bajas de soldados.


A lo largo de estos días, hemos aprendido tanto de Ucrania y hemos logrado conocer más de su historia, de la resistencia de su pueblo, de esa fortaleza que los rusos jamás pensaron encontrar. Del presidente (Zelenski), que ha salido a dar la cara y a exigir a los diferentes gobiernos y empresas apoyo para resistir una invasión sin precedentes. Hoy lugares como Donetsk y Lugansk en la región de Donbás nos resultan familiares e incluso los podemos ubicar en un mapa.


¿Y qué ha pasado con la educación? Es un tema que se ha visto detenido: 1,888 centros educativos se han visto perjudicados por los bombardeos y 180 completamente destruidos interrumpiendo la educación de 7,5 millones de niños. Todo se detiene en una guerra, descontrola la vida cotidiana de millones de personas y en esta ocasión, también del mundo entero. Hay que recordar que Ucrania es uno de los principales países productores de trigo y al menos el 20% de sus cosechas podrían no ser plantadas o recolectadas, disminuyendo de esta forma el suministro mundial.


Lamentablemente, muchos nos equivocamos respecto a nuestras estimaciones del tiempo que tomaría esta guerra. Ojalá que el desenlace se pueda gestionar pronto, de otra forma se seguirá complicando más el escenario geopolítico y económico del mundo.


Yo rastreo el sentimiento, no el suceso.

Cómo se desarrollan nuestros sentimientos no los hechos.

Svetlana Alexiévich

Escritora Ucraniana – Nobel de literatura 2015

Comentários


IMG_2623 copia.jpg

Un poco de mí

Mariana en una palabra: pasión.

En dos: Pasión y Energía.

 

¿Quién soy? Difícil definirlo; lo que sí, es que soy una mujer apasionada en lo que hago la gran mayoría del tiempo.

© 2025  |  Mariana Espinosa

¿Quieres estar al día?
¡Únete a mi lista de correo!

¡Gracias por suscribirte!

  • White Facebook Icon
  • White Twitter Icon
  • White Instagram Icon
bottom of page