2da vuelta… las elecciones en Brasil.

Si no das educación a la gente es fácil manipularla.

Pelé

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Un país que siempre volteamos a ver en Latinoamérica es por supuesto Brasil, por su belleza innegable, por su naturaleza impactante y también porque es una de las economías más importantes de la región y donde los eventos políticos desde todos los tiempos han dado mucho para comentar y sobre todo en las últimas décadas, producto de escándalos de corrupción en los más altos cargos del gobierno y por el aumento en casos de feminicidios, donde ocurre uno cada 7 horas.

Si algo admiro de ese país, es su capacidad de llevar a juicio a presidentes y altos funcionarios, situación de la cual estamos muy lejos en México, lamentablemente. El hartazgo que vivimos muchos ciudadanos en todo el mundo, se dejó ver en la primera vuelta de estas elecciones. En el caso de Brasil, conformaron el 21%, la mayor cifra desde 1998 y es que resulta nada alentador salir a votar por extremos de propuestas por un lado y desde mi punto de vista por un Lula da Silva cuya imagen ha sido muy desgatada por diversas razones y por un Bolsonaro que divide, quebranta a diferentes grupos sociales y por supuesto por minimizar la pandemia en su momento.

Este fin de semana se dio la segunda vuelta de elecciones, teniendo como candidatos principales a Jair Bolsonaro, presidente actual y al ex presidente Lula da Silva, del cual todos hemos escuchado hablar, no importa el lugar del mundo donde nos encontremos. En la primera vuelta, Jair Bolsonaro alcanzó el 43.2% de los votos y Lula da Silva el 48.4%.

De acuerdo con algunas fuentes de información, las mujeres han sido un factor clave para determinar el resultado, pues representan el 51,1% de la población brasileña y el 53% del electorado; en total hay 8 millones más de mujeres votantes que hombres. Las mujeres negras son el mayor grupo demográfico del país, constituyendo más del 25% de la población. Un dato interesante es que hoy en día las mujeres conforman una fuerza distinta en muchos temas, y el aumento en la consciencia política que han adquirido ha sido creciente y resisten a Bolsonaro, sobre todo las mujeres de los barrios más pobres, además de todas las declaraciones misóginas que continúa realizando. La estrategia de Lula fue distinta y lo fue durante su mandato de 2003 a 2011 cuando introdujo Bolsa Familia, un programa de transferencia de dinero para las familias de bajos ingresos, bajo ciertas condiciones como mantener a sus hijos en la escuela. Un informe de la ONU Mujeres afirma que 50 millones de personas se beneficiaron de este programa. Será interesante conocer las estadísticas de la elección para conocer si el voto de las mujeres se hizo presente.

Ahora que Lula da Silva es el vencedor de la contienda y a pesar de que será su tercer periodo como presidente del Brasil, tampoco le será fácil, debido a que en la primera vuelta, 14 de los 27 escaños del Senado de diputados fueron ganados por el partido liberal (partido de Bolsonaro). Cabe destacar que las primeras elecciones resultaron en un número récord para las mujeres indígenas, negras y trans para el Congreso Nacional.

¿Por qué el hecho de que una mujer ocupe un cargo político sigue en análisis?; qué lejos estamos en Latinoamérica de reconocer las capacidades de nuestro género sin importar procedencia, origen o inclusive color de la piel. Y al mismo tiempo pensar que existe esperanza para nuestro género y sobre todo a seguir luchando por ganarnos lugares.

Una breve reseña de los dos candidatos:

Lula da Silva, ayudó a fundar el partido de los Trabajadores en los años ochenta y perdió tres elecciones antes de ser ganador en 2002, al salir dejó un gran índice de popularidad, sin embargo, estuvo 580 días en prisión, condenado por corrupción mientras que Jair Bolsonaro, del partido liberal, fue diputado en Brasilia por 30 años.

Si algo quedó claro en estas elecciones, es que los dos candidatos están en extremos y eso más que unir a la población en una sola voz, los aleja; lo mismo que por desgracia ocurre en muchos otros países del mundo. Seguiremos de cerca el inicio de este tercer mandato de Lula da Silva, ya que Brasil es un pilar dentro de una América Latina fragmentada.