2020... ¡¡Aquí vamos!!

Siempre me deja pensativa la frase “Un año más o un año menos”; la realidad –y ya llevo pensándolo mucho tiempo–, es que quiero vivir 100 años. Me encanta estar y sentirme viva, con todo lo que implica, con todas las experiencias que esto conlleva. Para esto me gustaría que cada uno de esos años que quiero vivir cuenten y valgan TODA la pena; que lo que me ocurra sea para sumar y poder ser mi mejor versión. Me parece que es lo que muchos deseamos, desde el inicio hasta al final de cada uno de nuestros días: ¡ser mejores seres humanos!

El inicio de cada año está lleno de #propósitos, #metas, #sueños, es el tradicional punto de partida. Así, me gustaría que este año en lugar de pensar que el 1ro de enero todo comienza, mejor pensáramos en que cada día es un punto de partida para poder construir todo eso que anhelamos, una nueva oportunidad. No esperar a que llegue un nuevo año o un nuevo mes. En lugar de eso, sería mejor agradecer la posibilidad de despertar cada mañana y poder iniciar y/o continuar trabajando por todo eso que deseamos.

¿Por qué quieres que esos #sueños se hagan realidad? ¿Por qué quieres que esa meta se cumpla?

En muchas ocasiones no cumplimos nuestros propósitos, metas o sueños… y me parece que el motivo radica en que no entendemos del todo el #por qué lo estamos haciendo. Piensen en sus objetivos de este año… ¿cuáles realmente los sacarían de la cama? Si no te inspira, si no te mueve, no vas a realizarlo, no vas a generar la acción.

Sí, cambió el año... ya estamos en #2020, sin embargo eso no implica que cambiemos nosotros a menos de que decidamos lo contrario. Pero, ¿cómo cambiar?.

Todo cambio está dado por esas pequeñas acciones que realizamos todos los días. Presta atención a todo lo que haces, ponle una intención a lo que vives, no dejes que la inercia de la vida te lleve y toma tú el control.

¡Asume esa tremenda responsabilidad que es estar VIVO!

Desde ya les deseo que en cada instante de este año sean su mejor versión, esa de la cual se sientan completamente orgullosos todos los días.

Y por último les comparto algo que se acerca mucho a lo que pienso de este año #2020, sobre mis deseos, perspectivas y realidades; ¡gracias tía, por compartírmelo!.

No te deseo un año maravilloso donde todo sea bueno.

Ése es un pensamiento mágico, infantil, utópico.

Te deseo que te animes a mirarte, y que te ames como eres.

Que tengas el suficiente amor propio para pelear muchas batallas y la humildad para saber que hay batallas imposibles de ganar por las que no vale la pena luchar.

Te deseo que puedas aceptar que hay realidades que son inmodificables, y que hay otras, que, si corres del lugar de la queja, podrás cambiar.

Que no te permitas los “no puedo” y que reconozcas los “no quiero”.

Te deseo que escuches tu verdad, y que la digas, con plena conciencia de que es solo tu verdad, no la del otro.

Que te expongas a lo que temes, porque es la única manera de vencer el miedo.

Que aprendas a tolerar las “manchas negras” del otro, porque también tienes las tuyas, y eso anula la posibilidad de reclamo.

Que no te condenes por equivocarte; no eres todopoderoso.

Que crezcas, hasta donde y cuando quieras.

No te deseo que 2020 te traiga felicidad.

Te deseo que logres ser feliz, sea cual sea la realidad que te toque vivir.