2020... ¡5a. semana!
- Mariana E

- 17 abr 2020
- 5 Min. de lectura
México no vive solo una pandemia llamada CoVid,
vive dos, y una lleva con nosotros mucho más tiempo.

Y ese no es un problema de hace cinco semanas, llevamos por lo menos cien años arrastrando un problema que lamentablemente no hemos podido resolver y peor aún, en muchos casos, no le habíamos puesto la atención ni dado la importancia necesaria que por supuesto se merece. La respuesta es muy sencilla: somos una sociedad sumamente egoísta, indolente. Si yo estoy bien, qué me importan los demás y no, no es necesario que lo digamos, se ve en cada una de nuestras acciones. Incluso hoy lo siguen haciendo muchos, en medio de otra pandemia, el Coronavirus.
52 millones, 425 mil 887 personas (Coneval, 2018). ¿Hoy podemos pensar en 60 millones? Sí, 60 millones de pobres en México.
¿Por qué hablar de pobreza en México?, porque hoy la gente no quiere morir de hambre y por eso está saliendo a las calles a seguir trabajando, porque viven al día, o porque su oficio o trabajo no se lo permite. Historias como estas hemos escuchado y leído en los últimos días, muchísimas.
Y no señores, ningún sistema de salud en el mundo estaba preparado (incluso Alemania) para recibir una pandemia como la que nos acecha, sin embargo, México lamentablemente –y me duele decirlo– no ha estado preparado ni en lo más básico que es la consciencia, es el cuidarnos los unos a los otros, porque somos un país en el cual la mitad de sus habitantes vive en escasez.
Y seamos realistas, cada gobierno, desde que tengo conciencia (Salinas de Gortari, 1994) se roba el dinero y cada vez es más el saqueo y lo impresionante es que siguen saliendo casos, familias enteras enriqueciéndose a partir de los recursos del estado. ¿Y qué hemos hecho para frenarlos?. La verdad es que NADA, todos lo sabemos y lo dejamos pasar, y sólo en pocos casos sí se hace algo al respecto. Jamás hemos hecho nuestro el problema de “la pobreza en México”, más bien nos quedamos cómodos, viviendo una vida muy cómoda. Nos justificamos diciendo que no está del todo en nuestras manos. Y hoy escucho una declaración del presidente, que me parece completamente absurda, diciendo que si en dado caso quisiéramos cuestionar o mandar a juicio a expresidentes, tendría que someterlo a una consulta. ¡CARAJO!, ¿es en serio?, ¿por qué somos de los pocos países de Latinoamérica que no hacemos nada?. NADA. En este país donde no pasa nada para los que están en el poder y a los cuales, además, les pagamos por un trabajo que hacen pésimamente. En un sistema donde la corrupción nos rebasa como país. Lamentable y doloroso es mi México.
Pero ¿qué pasa realmente para sesenta millones de pobres en México que hoy están siendo juzgados por una clase media, que los discrimina, que los observa horrible porque están en un mercado, porque están en el metro, en las calles?. Dejemos de juzgar tanto, cuando juzgamos no comprendemos. Porque seamos honestos, afortunadamente no estamos viviendo esa realidad que los golpea; la gran mayoría de nosotros estamos a 3 metros de un refrigerador que está lleno de todo eso que necesitamos. Entonces dejemos de juzgar, dejemos de hacer burla de una realidad que no conocemos. Y peor aún, ver como el miedo una vez más saca lo peor de algunos seres humanos, cuando en su ignorancia avientan cloro y otros líquidos a los médicos, sólo por estar en contacto con los pacientes... ¿es en serio?. Qué mal estamos, y eso no es el gobierno, somos nosotros. ¿Por qué en otros países la gente sale a sus ventanas o balcones todos los días, para aplaudirle a los médicos, a los que están dándolo todo, a las personas que están limpiando los hospitales, a las personas de seguridad que acompañan en el proceso arriesgando su vida por otras vidas?.
México jamás se ha caracterizado por ser un país que destine recursos para estos temas. Tenemos un gobierno que poco se ocupa de colocar los recursos donde deberían estar, como en salud, educación, tecnología o cultura, entre otros. Si ellos no hacen su trabajo, ¿por qué nosotros no empezamos a hacer el nuestro y apoyarnos como sociedad civil, o mejor dicho, sociedad civilizada?. Insisto, hay muchas formas de hacerlo y todo comienza con nuestra actitud. No necesitamos perfección en el mundo. Necesitamos personas con una actitud diferente, con una actitud de querer ser parte de la solución y no del problema. Le hemos hecho mucho daño a este planeta, reconozcámoslo, este es el momento.
De nada sirve que te quejes y que todos los días ataques al presidente, a las personas en la calle... de nada sirve eso; de nada sirve que desde tu posición cómoda digas que estás sobreviviendo en este momento. De nada sirve. Te debería avergonzar decir que estás sobreviviendo cuando tienes todo a tu alcance, todo... ¿o te ha hecho falta la comida en los últimos días?. Si estás leyendo esto, la respuesta es sencilla: no.
No sirve de nada la queja, atacar, criticar, juzgar porque este momento es para transformarnos, para ser mejores con nosotros y con nuestro entorno. Aprende de historia de México, te sorprenderá que no hemos evolucionado mucho, nos hemos conformado demasiado. Y eso duele. Es momento que hagamos las cosas distintas y como siempre lo he dicho, todo empieza en casa, la educación es desde casa, no es en el colegio, claro que es una formación sin embargo nuestros valores como individuo vienen del hogar. Hoy, como pocas veces, muchos niños están 24 horas con sus papás y qué increíble si decidiste ser papá y mamá desde el corazón; hoy tienes el privilegio de estar en casa viendo a tus hijos o estando con tu familia. Valora eso.
Quiero que esta noche pienses en esos 60 millones de pobres que nunca conocerás, pero cohabitan contigo en el mismo territorio, en México. Y te pregunto, cuando por fin salgas a la calle, a vivir una vida que seguramente ya no será la misma y te acostumbres a la nueva realidad, ¿qué harías para ayudarlos la próxima vez?

Seguramente ya te diste cuenta de que los señores que nos ayudaban en el super ya no están, y ya pasaron cinco semanas en las cuales seguramente no han recibido un sueldo, que por supuesto nunca han recibido. ¿Ya te preguntaste por todas esas personas que viven al día?. Si ya lo has hecho, te felicito y si no, dedícales un pensamiento... este es el momento.
Estos días invitan a la reflexión y también a reconocer el egoísmo en el cual hemos vivido. La historia la hemos hecho nosotros y pareciera que siempre los hemos olvidado. Hoy no podemos olvidarnos de ellos, para que cuando salgamos de esta situación ayudemos más a este país, a las causas que sí debemos prestar atención como seres humanos. Porque cuando nos vayamos de este planeta, no nos llevaremos nuestras posesiones, nos llevaremos únicamente nuestras experiencias y lo que les dejamos a las personas. Así que, si lo tuyo es hacer reír a las personas, educar, cocinar, pintar, cantar, etc., hazlo con todo el amor posible, porque no te imaginas el gran impacto que estarás causando. Seamos una mejor versión siempre, y eso solo nos corresponde a nosotros mismos. Vuélvete responsable de cada uno de tus actos y pensamientos.
Aprovechemos esta maravillosa oportunidad para transformarnos, y que cuando llegue el momento de salir de nuestras casas, no olvidemos que todos somos uno. Y que lo que a ti te pasa me pasa a mí, porque hoy está más claro que nunca.

Gracias por leerme, por darte el espacio y ojalá te quedes con algo que te cuestione para ser mejor contigo y con todos, siempre.
Sé la persona que quieres ver en el mundo.




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