Vámonos de viaje…. ¡recordando!: Praga
- Mariana E

- 21 may 2020
- 6 Min. de lectura

Si encuentras a alguien que te hace sonreír,
que te mira a menudo para ver si estás bien.
Que cuida de ti y quiere lo mejor para ti.
Que te ama y te respeta.
No lo dejes ir. Gente así es difícil de encontrar.
Franz Kafka
Me emociona muchísimo contarles de este viaje; de hecho, este destino se los debía. Ya que seguimos en la semana 10 en casa, vale toda la pena recordar esos lugares que se quedaron con un cachito de nosotros y que en mi caso esta ciudad marcó un rumbo distinto en mi vida y una nueva forma de amarme, amarme mejor.
Fue una locura de emociones desde el primer día, las primeras veces de muchas cosas.
Por supuesto, fue mi primer tren de la vida en Europa. Amo esta magia de poder vivir y experimentar las primeras veces de todo, siempre tienen algo especial. Fui mas afortunada al encontrarme con un compañero japonés (cultura que adoro y respeto muchísimo). Me hizo reír y de verdad espero haberlo dejado dormir porque tenía una gripa que no saben, jejejeje. En fin, gran compañero y de este chico habrá más comentarios, porque me lo volví a encontrar en mi siguiente destino. Felices coincidencias la verdad.
Llegué a Praga justo en el amanecer y sí, como lo soñé, de película a bordo del tren…

Mi hotel, City Nest (Valdislava 16). No tienen idea de la calidez con la que me recibieron, la hospitalidad y toda la ayuda que me dieron. Se los recomiendo muchísimo. Les dejo la liga. https://www.citynestprague.com/en/
Mi hotel estaba súper ubicado, así es que tan pronto llegué, dejé mis maletas y salí a caminar, a perderme entre sus calles llenas de historia. Y lo primero, uno de mis favoritos... una escultura de Franz Kafka. Por cierto, si no han leído La Metamorfosis, se los recomiendo muchísimo.
Esculturas, arte y calles hermosas.




Les digo que tenía una gripe horrible y como siempre, no quería tomar nada (disculpen la cara). Pero que el cielo me recibiera de esta manera y poder ver esta calle despejada es cuando agradezco tener toda esta energía que me permite caminar, caminar, no descansar a veces con tal de no perderme estos instantes.

Bueno y a todo esto, ¡a desayunar!.
Rompí mi dieta vegetariana, lo cual hago cuando estoy de viaje. No saben lo bien que me cayó el chocolatín, el cuernito y yo creo que desde ese viaje empecé a aceptar mucho más el café en mi vida. (Antes cero, en ese viaje una taza diaria, hoy una a la semana).
Y llegué al Ayuntamiento, que es el verdadero corazón de la ciudad. La vida de la ciudad política y cultural se concentraba aquí, lo que hoy se conoce como la ciudad vieja. Lugar donde puedes conocer el famoso reloj astronómico de Praga, e insisto, al que se levanta temprano le va bien, sobre todo en estos sitios donde hay muchísimos turistas, por lo que pude pasar rápido y conocerlo por dentro. Cuando salí, por supuesto que me quedé a observar el cambio de hora y lo que ocurre. Tienes que darte el tiempo de hacerlo.


Un poquito de historia sobre este famoso reloj: señala tanto la hora y la fecha, como la salida y puesta de sol y luna, y signos del zodíaco. Encima de la esfera hay situadas estatuas mecánicas, gracias a las cuales el reloj ofrece un espectáculo increíble. Se trata de la muerte que cada hora toca la campana y como lo he comentado en otras ocasiones ¿tú estas sumando días a tu vida o los estás restando?
Les comparto algunas fotos de la increíble vista que se puede tener desde el Ayuntamiento. Un sueño de ciudad.


La verdad es que el siguiente lugar es una de las razones por las que decidí ir a Praga, #Clementinum, que de especial tiene una biblioteca barroca que solo puedes observar a la distancia, no te dejan entrar, la sala de meridianos y la torre astronómica. El recorrido vale toda la pena, además de que los guías hacen muy ameno el recorrido. No se puede tomar fotos en este lugar, y aunque pueden encontrar varias en línea, les recomiendo no lo hagan y mejor déjense sorprender.

Crucemos Praga por el famoso #puentecarlos. ¿Cuántas fotos no hemos visto de este lugar, de sus atardeceres?.
De verdad estaba feliz de poder vivir esta maravillosa experiencia.

Sigamos caminando y conociendo Praga. Siguiente parada: la iglesia de San Nicolás de Mala Strana, completamente barroca. Vale mucho la pena conocer su interior y les comparto una curiosidad, el órgano de esta iglesia fue tocado por Mozart en una visita que realizó en 1787. No te vayas sin antes observar su cúpula y púlpito.


Siguiente parada, el Castillo, rodeado de jardines primorosos.


Y llegamos… sin palabras. La verdad me quedé en este sitio con la única intensión de contemplar la belleza.

Y bueno, así me dieron las 7 de la noche, empecé a las 8 am y no había parado, tenía pocos días en esta ciudad por lo que exprimí al máximo las horas. Al dar las 7 de la noche tenía un hambre que no tienen idea… fui a un restaurante típico. No saben la delicia, aún cuando casi nunca como esto. Y sí, todo fue para mí y todo me lo terminé.
Delicia
Y todo pintaba increíble la verdad. Primera noche en Praga.

Abro este enorme paréntesis para darles las gracias a mi mamá, Jovana, Fer, Arturo. Por estar conmigo en esa noche que fue muy larga, dura pero verdadera y eso es lo más importante. ¡Los amo!
Y también es un buen momento para recordar a Kafka:
Qué tal si duermo un poco más y me olvido de toda esta locura.
Segundo día… aquí vamos. Les quiero compartir dos cosas bastante chistosas que ocurrieron, me llené de barros como no tienen idea, alguien muy especial en mi vida moría de risa de todas las fotos que le enviaba y donde predominaban mis granos (adicional a la gripa que tenía... no saben). Y estaba haciendo un frio de locura, en fin, solución encontrada y aquí vamos.
Y cuando encontré la solución, me topé con esta librería y por supuesto me hice de un libro. Tengo este afán de coleccionar libros en otros idiomas.

A desayunar. Insisto, en estos pequeños y lindos lugares era la única, me daba el tiempo de escribir de leer, de desayunar delicioso. Disfruté tanto. No recuerdo el nombre de esta cafetería pero está por la calle de Isla Zofin, sin embargo, como este lugar pueden encontrar miles. Praga es esta ciudad donde te tienes que perder para seguirte sorprendiendo.


Empecé mi recorrido en lo que se conoce como Praga Vieja, pero la intensión de ese día era ir a la otra parte de la ciudad, lo que llaman Praga Nueva.
Así, con este cielo y el memorial a Jan Hus, comenzó el día.


Lo que uno se encuentra.

Regresamos al puente de Carlos, para tomar nuevos rumbos de nuevo. Y haciendo una parada nuevamente a comer, incluyendo una rica cerveza —pocas veces lo hago— pero bueno, estaba en Praga y lo valía.

Llegué apenas, ¡lo logré!... además de que me tocó una señora hermosa en la entrada del museo que me dejó pasar cuando faltaban 20 minutos para cerrar. Museo de Franz Kafka. ¿Quién es este personaje? De origen judío, nació en Praga. Sus obras son consideradas de las más influyentes de la literatura universal. Dato curioso: le pidió a su mejor amigo que después de fallecer no publicara nada de su obra y que toda la destruyera, Max Broad no le hizo caso y poco tiempo después se empezó a publicar toda su obra.


Me la regalé esa tarde y recuerdo que hablé mucho con mi mamá ese día, de hecho, me estaba acompañando para llegar al museo y al salir le volví a marcar... en fin, le conté dónde estaba y lo que estaba viendo y esto es un poco de ello.



Tercer y último día.
La maleta una locura, Arturo a la distancia y yo nos reíamos de cómo le haría para regresar con todo.
Pues bueno, desayuno final y listo, vámonos al siguiente destino. Recuerdo Praga con tanto cariño, además era octubre, uno de mis meses favoritos. Me fascinan los colores de esos meses anaranjados.



Y después de que pasemos por toda esta situación,
¿cuál será tu próximo destino?
Yo tengo miles en mente, aunque me iré o nos iremos tranquilos.
Quien conserva la facultad de ver belleza no envejece.
Franz Kafka
















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