¡Viaja!
- Mariana E
- 1 mar 2024
- 4 Min. de lectura

Nuestro destino nunca es un lugar, sino una forma de ver las cosas.
Lo mucho que nos puede cambiar un viaje, lo mucho que podemos aprender de nosotros, de los que nos acompañan y de los que vamos conociendo en el camino. Dicen que hay tres formas de vivir un viaje: una es cuando lo planeamos, otro cuando lo vivimos y por supuesto cuando lo recordamos.
Desde muy pequeña, la idea de viajar simplemente me trastornaba y me hacía muy feliz, me ilusionaba muchísimo. Mi mamá siempre solía decirnos "preparen su maleta con lo básico nos vamos". Y así, muy seguido nos escapábamos de lo que llamábamos la rutina, y viajamos a lugares cercanos, lejanos, a playas o bosques y caminábamos muchísimo. No cabe duda que soy mucho de lo que mi mamá me inculcó desde niña, visitando museos sin parar, comiendo delicioso, disfrutando sobre todo de la naturaleza... uuufff, mi madre nos inculcó esta parte y aunque no siempre podíamos ir tan lejos, siempre había naturaleza de por medio y eso se lo agradeceré infinitamente.
Viajar es hoy una de las cosas que mas disfruto y en algo que estoy constantemente pensando, ¿cuál será mi próximo destino?… y aunque resulte cansado en algunas ocasiones, porque hacer una maleta me parece una chinga la verdad, y eso de viajar ligera la verdad no se me da y tampoco quiero, –soy de las que lleva 4 cosas para un mismo día por si acaso jajajaja– como sea, siempre siempre regreso muy feliz de todo lo vivido. Pocos viajes me han sabido amargos a mi regreso… de hecho, siendo honesta solo un par en toda mi vida. Fuera de esos me parece que todos los demás han sido 100% maravillosos en todos los sentidos.
No hay mejor manera de conocer a alguien o conocerte que viajando. Así que ya sea sol@ o con amigos y/o familia, viajar es una experiencia de esas que debemos disfrutar y estar abiertos para entender qué tanto nos cambió, qué tanto conocimos y aprendimos.
Viajar con amigos puede resultar una de las mejores experiencias de la vida, pero encontrar a tu crew a veces es difícil. Una cosa que es esencial es poder coincidir en gustos, tener muy buena comunicación, estar dispuestos a que se arme un buen equipo y la verdad a jalar casi parejo. Hace unos meses me fui con un grupo de amigos, a uno de los que hoy considero uno de los mejores viajes de mi vida en mi hermoso país, degustando una de mis bebidas favoritas. El grupo que armamos fue genial, divertido, auténtico, lleno de risas y pláticas profundas, fuimos de verdad un equipo y nos reímos mucho de nosotros mismos.
Viajar sola, como suelo hacerlo desde hace ya varios años, me tomó por sorpresa la primera vez que lo hice, porque lo normal o lo que nos han vendido es que viajemos acompañados, por la idea tonta de que estar solo es malo, lo cual me parece lo opuesto… en fin, desde ese viaje no he parado, “el miedo” a irme sola ya no existe. Claramente existen destinos a los cuales no iría sola, pero me da coraje porque es un tema más de seguridad. Te hablaré de los beneficios de viajar sola, de conocerte a profundidad y disfrutar de tu soledad, aprovechar que puedes tomar decisiones en función de lo que te apetece y conocer personas de la forma mas random posible. Te llenarás de recuerdos para compartir con los tuyos y sobre todo, notarás como tu crecimiento simplemente se expande. La razón es simple: constantemente estás fuera de tu zona de confort, más si estás en un país donde no hablan tu idioma.
Viajar en familia o en pareja también resulta maravilloso la gran mayoría de las veces, pero de igual forma todos tenemos estilos para viajar. Y sí, me considero esa intensa que quiere ir a todos lados con una pila interminable y esto no siempre me ha caído del todo bien. Por ejemplo con mi madre, hoy se vuelve loca con mi agenda, no puede con ella jajajaja… y la verdad es que yo trato de acoplarme mucho a sus ritmos, de otra forma no haríamos un buen equipo. Te cuento esto porque debes tener cuidado a quien escoges como compañero de viajes… no todos manejamos los mismos ritmos, intensidades, ganas y gustos... y está bien. Pero para un viaje esto es clave, inclusive hasta si caminamos rápido o lento (imaginen como camino jajajaja).
Viajar ha sido de las mejores formas de conocerme y también reconocerme.
Te comparto algunas cosas que me han funcionado en los últimos años:
1. Siempre ten en mente tu próximo destino, ya sea lejos o cerca de donde vivas. Esto siempre te mantendrá motivado en tu día a día, ya sea para ahorrar, para soñar con ese lugar, para ir aprendiendo un poco mas de su cultura, gastronomía, etc. Si te sirve de tip, siempre me ayuda plantearme un viaje largo, un viaje con amigos, un viaje sola todos los años y desde diciembre voy pensando qué necesito para conseguirlo y con quiénes hacerlo. Para ello tener una reserva para tus viajes se vuelve clave. E insisto, los viajes pueden ser a lugares cercanos a donde vives y con poco presupuesto. (Sí, me encanta planear y me ha funcionado 😊)
2. ¿Quieres mejorar algo en ti, quieres ser más creativo, quieres tener mas ideas, conocer personas, descubrir sabores, aromas, comida?… ¡Viaja!. Pocas cosas enriquecen tanto como estar en constante aprendizaje.
3. La persona que vuelve de esos viajes nunca es la misma, por pequeño que sea el efecto, no es la misma. "Los viajes ilustran"... eso es tan cierto y me fascina.
Te deseo una vida llena de viajes y uno de los mas importantes es el que te lleve a conocerte y no hay nada mejor que hacerlo recorriendo las calles de nuevos lugares, caminando por nuevos bosques, contemplando atardeceres en nuevas playas, tomando café en nuevos lugares, descubriendo museos y rodeándote de arte.
Así que: ¿Ya tienes tu próximo destino en mente?
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