¿Es difícil ser mujer?

Normalicemos la menstruación.

(Primera parte)

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La respuesta a esta pregunta se vuelve complicada; para mí es una fortuna ser mujer, es una dicha en realidad, me encanta todo lo que eso conlleva y al mismo tiempo agradezco el hecho de serlo.

Sin embargo, fácil, me parece que no lo es… no resulta nada sencillo ser mujer en un país como este, en un mundo como el que nos ha tocado vivir, donde pocas veces se valora nuestro rol, incluso no se nos respeta. O en países en los que en lugar de alegrarse por ver el nacimiento de una niña ocurre lo opuesto, mujeres que se tienen que ocultar tras diferentes vestimentas, producto de creencias y/o interpretaciones religiosas.

Ser mujer conlleva muchas cosas, es un tema que da cabida para muchas páginas y horas de conversación, sin embargo, hoy quiero compartir un tema que lleva dando vueltas en mi cabeza desde hace tiempo.

La vida de una niña, de una adolescente, de una mujer,

cambia y se transforma producto de... la menstruación.

Al menos en el país donde me tocó nacer es todo un tabú, sí que lo es, no nos hagamos. Esa es la realidad. Es un tabú, incluso hasta un estigma para muchas, y también para muchas otras mujeres que viven en pobreza se ha convertido en un tema difícil de vivir, de llevar.

Hace poco, en una de las iniciativas de ley en México, se propone quitar el impuesto que tienen las toallas sanitarias y todo lo relacionado con el periodo menstrual, lo cual me parece sumamente relevante, sobre todo en un país en el que hasta en estos temas existe una diferencia importante entre las que tienen y pueden y las que no tienen e incluso ni siquiera conocen las opciones.

Es un tabú, porque abiertamente no podemos decir que estamos menstruando; lo llamamos de muchas formas, ocupamos diferentes expresiones: "estoy en mis días", "me está bajando"... pero no lo decimos en una conversación de manera abierta. Y no lo hacemos no por pudor, sino porque nos han hecho creer que no está bien decirlo. Nos han hecho creer que debemos reservarnos esa información.

Y la pregunta sería ¿Por? ¿Por qué hacerlo de esa forma? ¿Qué pasaría si lo dijéramos abiertamente?

¿Por qué esconder uno de los procesos naturales más importantes de la mujer?

Si abiertamente dijéramos qué nos está pasando, en este país machista eso conllevaría a la famosa expresión "está hormonal". Y señores por supuesto… somos hormonales, ¡SÍ, LO SOMOS! Porque nuestro cuerpo está cumpliendo funciones maravillosas, y existe un cambio en nuestra vida de manera constante día con día. Las famosas hormonas son mensajeros químicos. Los ovarios liberan esas hormonas, en este caso estrógeno y progesterona y estas hormonas hacen que el recubrimiento interno del útero aumente de tamaño.

Si nos diéramos a la tarea de entender realmente el ciclo menstrual de la mujer, entenderíamos lo increíble que es el cuerpo humano y dejaríamos de juzgar tanto; más aún, comprenderíamos mucho más los procesos y ciclos que debe pasar una mujer.

No es sencillo SER MUJER, sin embargo la MENSTRUACIÓN es un proceso que debemos abordar sin tantos mitos, sin tantos tabúes y ayudando más a las niñas y adolescentes que hoy no tienen acceso a información sobre este tema o a productos relacionados.

Esta es la primera entrega de una serie de artículos donde estaré abordando el tema.

Por último, les recomiendo que vean en Netflix, el documental Period. End of sentence, (duración 26 minutos); con el objetivo de que sigamos poniendo este tema en las mesas de conversación de una manera distinta, más abierta, más honesta.