top of page

Descubre aquello que te hace sentir vivo.

  • Foto del escritor: Mariana E
    Mariana E
  • 28 oct 2020
  • 5 Min. de lectura

ree


Y quién diría que esto se convertiría en una de las actividades que más me hace sentir viva…



Por supuesto que estoy hablando de andar en bici (por el momento de ruta). Y no en cualquier bici, en mi bici, que me tiene trastornada y emocionada.


Tenía tiempo queriendo compartirles esta faceta de mi vida y estaba esperando que llegara esta fecha (27 de octubre) para enseñarles fotos de mi primera competencia. Sin embargo, este año ha sido un cambio constante y no tuve competencia y yo creo que tuve algo mucho mejor que eso. Y eso me hace feliz, de hecho, muy feliz.


¿Cuánto tiempo tengo en la bici?, entre pandemia y que no se han dado las condiciones para salir tanto como me gustaría, muy poco la verdad. Lo bueno es que han sido las suficientes para estar completamente feliz, experimentando sensaciones y aprendiendo de mí y por supuesto del ciclismo.


¿Qué es poco tiempo? Diré que tengo ya más de 20 rodadas jajajaja porque siempre digo que llevo como 10 jajajaja… todas han sido completamente diferentes y he tenido la oportunidad de experimentar muchas sensaciones, desde lo externo como la lluvia, si hace aire, si tienes un sol infernal acompañándote, si las carreteras son horribles, o si las calles son como mantequilla, o si las subidas son interminables, o si las bajadas. Todo eso externo que no controlamos y con lo cual tenemos que aprender a vivir y reconocer (una de las razones por las cuales este deporte me ha empezado a apasionar).


Hablemos de lo interno y lo que me pasa y le sucede a mi cuerpo cuando subo a la bici. Mis sentidos se amplifican de una manera espectacular, mi atención y concentración sobre mi cuerpo y sobre la bici es total. Al principio las bajadas me daban pavor, pero hoy me siento cada día más segura y creo que eso se gana practicando y teniendo confianza en uno mismo. Las subidas, confieso, me encantan y aunque a veces me termina costando mucho trabajo cambiar los platos, descubro que me fascinan los retos y cada subida tiene un poco de eso. Tiene un par de semanas que me enclipé, es decir que me puse los zapatos adecuados para este deporte y ha sido todo un reto. Sencillo no me ha parecido, pero no me rindo y aunque ya me caí tres veces no dejaré de intentarlo, pero sobre todo seguir disfrutando de este deporte.


Jamás imaginé que la bici se volviera lo que hoy representa en mis días… pocas veces en mi vida he experimentado tanta adrenalina como lo hago en cada rodada. En cada salida hay una magia distinta que disfruto tremendamente, desde un amanecer hasta un atardecer, con bosques espectaculares y en está ultima ocasión, el mar de compañía.


Y es sobre este último recorrido del cual les quiero platicar y compartir. Aunque la competencia se canceló, decidimos continuar el viaje a La Paz, BCS. Es mi primera vez y creo que será la primera de muchas.


Me urgía platicarles de lo que viví en estos últimos días en función de la bici. El primer día rodamos aproximadamente 55 kilómetros y aunque cometimos algunos errores como llevar demasiado peso, no puedo negar que ha sido uno de los mejores días de mi año. Ver ese atardecer lo valió ¡TODO! No pude evitar llorar y emocionarme. Lo valió todo insisto, porque las subidas eran una locura, en muchas ocasiones un tanto peligrosas, y el regreso ya de noche también fue una gran hazaña. En fin, me quedo con esos kilómetros con vista al mar y un atardecer memorable.


ree

Hay una frase que me fascina y que trato de no olvidarla nunca y recordarla muy seguido:

Siéntete orgullosa de la persona en la que te estás convirtiendo.


El domingo 25 de octubre, siendo casi las 7 pm, les puedo decir que me sentí así, muy orgullosa, satisfecha, contenta y plena con lo que había conseguido o habíamos logrado. La distancia alcanzada fueron 168 kilómetros, de La Paz a Todos Santos y regreso de Todos Santos a La Paz. Y más allá del número que por supuesto para mí es una locura y sigo sin creer por momentos, es todo lo que pasó en esos 168 kilómetros conmigo. No me considero para nada una experta en la bici, de hecho, muchas veces me siento más novata que otra cosa, pero sí les puedo decir que la mente nos puede llevar a conseguir todo eso que queremos. Al inicio del recorrido no me sentía segura, además de que estaba en el plato incorrecto en la bici, me empezaban a doler las piernas en los primeros kilómetros y mi mente me empezó a decir que eso era una locura. Después de ajustar correctamente el plato y tomar un poco más de cadencia y dejar que mi cuerpo hiciera lo suyo, hubo momentos realmente increíbles, con paisajes espectaculares que solo este deporte te podría dar, además de instantes de risas y sonrisas que suman de manera importante al recorrido y también, por qué no decirlo, te empujan e incitan a ser mejor, a no bajar la guardia, a aumentar el ritmo y la maldita cadencia que me cuesta muchísimo. Ver el letrero de Todos Santos, que el reloj marcaba 84.5 kilómetros y saber que estaba a la mitad del objetivo, fue reconocerme todo lo que había hecho bien y todo lo que un buen equipo puede hacer por ti, para ti y para los dos.


La llegada a Todos Santos fue increíble, porque estuvo llena de todo eso que me gusta de mi país: los colores, la gente linda y la comida espectacular.


ree

Jamás había cruzado la barrera de los 77 kilómetros y en varias ocasiones por supuesto que dudé de mí, de si podría volver, de si mis piernas aguantarían. Y vamos de regreso y justo por andar dudando de mí y no concentrarme tengo mi primera caída. Y saben, no lo pensé tanto... me caí, me sacudí y me levanté sin miedo a lo que seguía. Al principio no sabía por qué me estaba costando tanto trabajo volver... la razón era sencilla, la subida era muy larga y yo sentía que iba demasiado lento (a veces me exijo de más, solo a veces, jajajaja). Pasando la subida, me volvieron a exigir que aumentara el ritmo y pues bueno, me gustan los retos, así que lo aumentamos.

ree

Disfruté el regreso como no tienen idea. Me sentía más segura, por momentos más en flow, y eso sí, llegando a la ciudad, las calles fueron un infierno y solo quería que terminara por lo mismo. Cuando terminamos mi emoción era total.


Creo poderosamente que estamos hechos para MÁS, pero eres primero TÚ a través de tus pensamientos quien debe creerlo para que así suceda. Ese día amé mi cuerpo y agradecí de verdad por todo lo que hace por mí y por llevarme a alcanzar metas que en su momento creí impensables. ¡168 KILOMETROS!


Podrás encontrarte con mucha gente que no confía en ti, que te critica porque no entiende lo que haces o que incluso te juzga por lo mismo, porque no lo entiende. También puedes encontrarte con gente que confía en ti. Pero nada de eso importa si TÚ NO CONFÍAS EN TI.

Y esto último fue mi mayor regalo el domingo:


¡ESTOY HECHA PARA MÁS!,

¡CONFÍA EN TI MARIANA!

¡LA BICI ME HACE SENTIR VIVA!


ree

Comentarios


IMG_2623 copia.jpg

Sobre mí

 

Soy Mariana, curiosa por naturaleza, apasionada de los libros, los viajes y las preguntas que nos hacen crecer.

Hace 7 años inicié este espacio como un rincón para compartir lecturas, reflexiones y momentos. Hoy lo escribo desde Alemania, pero con la misma energía y amor con el que comenzó en México.

© 2025  |  Mariana Espinosa

¿Quieres estar al día?
¡Únete a mi lista de correo!

¡Gracias por suscribirte!

  • White Facebook Icon
  • White Twitter Icon
  • White Instagram Icon
bottom of page