Conócete. Querida yo: tenemos que hablar.

La importancia de conocernos.

En cada una de las etapas de nuestras vidas vamos descubriendo una nueva versión de nosotros y al mismo tiempo elaborando algo distinto con nuestras decisiones y acciones.

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Me encanta una frase que dice, tu vida depende de la precisión con la que tomas tus decisiones.

Lo que es claro es que nunca dejamos de conocernos y vamos descubriendo cómo reaccionamos y cómo decidimos afrontar las diferentes eventualidades que nos presenta la vida.

Pero, ¿por dónde empezamos para conocernos?, considero que, aunque es bastante lógico, el dejarnos sentir debería ser la parte inicial, identificar cómo nos sentimos y qué es lo que nos potencializa y al mismo tiempo lo que nos roba o drena nuestra energía, ya sean situaciones, cosas, personas o momentos. Pero para esto debemos estar alertas y bien despiertos.

Estar despiertos es tener la consciencia de quiénes somos.

El famoso ¿y cómo le hago?… te quiero compartir algo que me ha funcionado en los últimos años y que cuando lo he dejado de hacer entiendo que algo no va bien y entonces regreso. Estas son tres cosas que me han funcionado, a veces logro llevar a cabo las tres, otras solo una y sobre todo, lo más importante es que al final solo me dejo sentir, aunque esto no resulte tan sencillo en algunas ocasiones.

Lo primero es poder meditar... y sí, yo sé que algunos dicen no te pases Mariana, sentarme y estar con mis pensamientos no es una cosa fácil. Claramente no lo es… pero es algo sumamente enriquecedor. Para mí, meditar en muchas ocasiones solo resulta estar 100% con mi atención en lo que estoy haciendo y disfrutándolo; qué mejor forma de vivir la vida que estar con toda tu intensión puesta en donde estás. Es cuando el tiempo vuela. Eso sería lo mejor que nos pudiera pasar, pero resulta complicado… tenemos miles de distracciones y nuestra cabeza generalmente va de un lado a otro, por lo que sentarme 10 a 15 minutos del día ya sea en la mañana o en la noche, le da mucho sentido a mis días, tanto de propósito como de agradecimiento. Busca tu espacio, ese donde te sientes y estés contigo… prende una vela, un incienso y descúbrete. No todos los días amanecemos igual o no nos sentimos igual, por eso es tan importante hacerlo temprano y en las noches, como una señal de agradecimiento de todo lo vivido. Aunque muchos de nuestros días parecieran igual, ninguno será lo mismo, nunca. Siempre habrá detalles o instantes que nos hagan recordar lo lindo de la vida y de algunas personas que están a nuestro alrededor. Desde los detalles que podemos recibir, hasta una simple sonrisa o una taza de té o chocolate en un frío día lleno de nieve. Inclusive, lo que etiquetamos como “malo”, que he de decir que también nos pasan cosas malas –o diríamos chingaderas –y esas también es importante reconocerlas.

No dejes pasar el tiempo, me parece que uno de los encuentros más bonitos que podemos tener es con nosotros mismos. Hazte el espacio. Date el tiempo.

Mi segunda recomendación es... escribir.

No saben cuánto me ha ayudado esto a lo largo de mi vida; escribir lo que siento, mis ideas, planes y sobre todo lo que vivo. Me emociona empezar mis diarios cada año, esos donde pongo mis sueños, mis mayores miedos, todo lo que agradezco y por supuesto cómo me siento. Me encantaría darme el tiempo todos los días porque muchas veces no lo logro… es la realidad, pero apenas me empiezo a sentir mal conmigo o a tener momentos duros, sé que eso me sacará adelante. Hace poco hablaba con una amiga del poder de escribir y coincidíamos en que es mágico… esa conexión en la cual soltamos todo lo que sentimos. Ella agregó que después le gustaba regresar a leer lo que sentía… la verdad yo pocas veces hago eso. Pero creo que en algún punto lo haré, ver qué pensaba la Mariana de hace un año y que hoy es completamente diferente... seguramente habrá mucho por rescatar.

Por último y para mí un poco complicado a veces es… déjate sentir, aunque esto implique no estar llena de risas y sonrisas. A veces los momentos de más lágrimas, de tristeza o de enojo, también nos hacen entender quiénes somos y nuestra capacidad para salir adelante y seguir.

Porque la vida va de lo que queremos seguir construyendo, aprendiendo a disfrutar lo que hoy estamos viviendo.

Es un camino infinito de crecimiento y si lo hacemos con consciencia será aún más grandioso.

Te deseo un gran inicio de semana, lleno de experiencias nuevas y descubrimientos.

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