A más de 100 días...
- Mariana E
- 7 feb 2024
- 4 Min. de lectura

I hope you fall in love with being alive.
Hace una semana en una reunión me preguntaron lo siguiente:
¿Qué opinas a 100 días de estar aquí en este proyecto?
Me quedé pasmada, pero no por la respuesta que iba a dar a esa pregunta, pues eso ya lo tenía claro desde hace tiempo, (aunque sí pedí un momento para responder, para qué apresurarme, entre el idioma y pensar cómo lo debía decir...) en fin, en realidad me quedé en pausa porque mi mente seguía procesando que llevo más de cien días fuera de mi país. Cien días de no ver y abrazar a los míos, entre tantas otras cosas que eran mi normalidad.
Después de dar mi respuesta, la cual fue aplaudida por un par de colegas… me quedé todavía en modo avión jajajaja y al final me dijeron "bueno, la próxima vez tu presentación deberá ser en alemán" jajajaja. Lo cual me invitó a escribir lo siguiente: una de las razones por las cuales estoy aquí es por el gran RETO que implica para mí a nivel profesional y que éste a su vez está intrínsecamente conectado a la parte personal.
Los retos nos deben emocionar, gustar y saben, hay que disfrutarlos. Me pregunto ¿qué demonios en la vida es fácil?… la verdad es que nada que realmente valga la pena. Todo requiere esfuerzo y a mí me gusta llamarle DEDICACIÓN… todo. Si queremos una relación sana y linda con nosotros mismos, debemos hacer el trabajo duro de tomar terapia, de conocernos, reinventarnos, pasar por un montón de lágrimas, vivir duelos y muchos cambios. Si queremos una relación de pareja, bueno, se necesita una gran dosis de comunicación, de ganas, de amor, de admiración, de proyecto de vida y un sinfín de cosas más. Si queremos un cuerpo saludable, lo mismo, pensar en lo que comemos, lo que nos hará bien, no malpasarnos y así en cada aspecto de nuestra vida.
Si a eso le sumamos que a esta mujer le gustan los retos, uta... la cosa se pone peor todavía –o mejor–, ya que soy consciente de que tengo que reinventarme constantemente y al mismo tiempo seguir conociéndome y ver cómo me voy ajustando o adaptando para disfrutar de la única vida que tengo.
Hoy, a ciento y tantos días… con un plan en mi cabeza de cuándo veré a los míos bastante claro, con llamadas definidas y videollamadas, muchas con mi familia en horarios que podamos coincidir, con nuevos amigos en mi lista, con un nuevo departamento que me tiene muy ocupada porque entre que estoy viviendo muchas cosas por primera vez y veo cómo chingados hacerle para ensamblar los muebles, para contratar el servicio de telefonía, para sacar la basura, para ir al súper... y así la vida se me va en producirla y por muchos momentos disfrutarla.
Otros momentos no dejo de ser yo, una soñadora incansable que buscará ver lo bueno en los tonos grises que presenta febrero… porque sí, hasta en los grises hay una gama infinita. De vez en cuando me pregunto: ¿cuándo dejaré de ponerme bufanda y veinticinco capas de ropa para salir de mi casa, ya sea al trabajo o a correr???... jajaja. Y en otros más, la vida me va planteando cosas nuevas, personas super lindas de las que me siento muy afortunada de ir conociendo.
Claramente me siento cansada, porque estar pensando todo el tiempo en inglés y construyendo mis ideas y proyectos y vida en otro idioma, es a veces de give me a break!!... jajajaja. Pero hoy me siento mas cómoda con el idioma y eso me gusta. Este país, debo decirlo, me encanta y también me siento muy afortunada de estar estudiando alemán.
Insisto ¿qué es fácil en la vida? ¿cuándo me decidí a estudiar alemán? jajajaja, ¡NADA es fácil! Pero del otro lado de la meta es donde siempre vemos que nuestro esfuerzo valió la pena, así que muero porque en diciembre esté teniendo una conversación en alemán (no laboral, eso es otro nivel, jajajaja).
Lo peor sería quedarnos sentados donde hemos estado por mucho tiempo, sin darnos la oportunidad de descubrirnos y adaptarnos de manera distinta. Y ojo, con esto no te digo que tengas que poner tu vida en cuatro maletas y salirte de tu país (cosa que no me fue fácil), pero sí te digo que ¡TE MUEVAS!.
¿Ay Mariana, para qué te fuiste? si el clima, tu familia, tu trabajo todo estaba bien… Si! me fui porque también quería vivir esta experiencia. Mi mente nunca logró imaginarse todo lo que he visto y sentido hasta hoy en mis primeros 100 días… si bien mi depa se parece a lo que pensé, la realidad es que está siendo ¡mucho mejor de lo que lo imaginé! Por ejemplo, hoy salí del depa –ya saben, en tacones, porque no dejo de ser yo en algunas cosas–, y mi vecino alemán venía regresando de haber ido por el pan… nada extraordinario pero me encanta ese tipo de dinámicas matutinas que tienen. Creo que pronto les compartiré acerca de las cosas que hacen los alemanes que me gustan 😊
Así que no hay nada mejor que dedicarle tiempo a lo que sí queremos en nuestra vida, aunque ello implique muchos “sacrificios”.
Atesoro mucho la persona que soy hoy… porque le he bajado dos rayitas a mi acelere ¡ajá! aunque sigo siendo la mujer que no quiere parar de aprender, compartir y amar.
Les deseo una semana ¡EXTRAORDINARIA!
Comentarios