UN MAL NOMBRE | Elena Ferrante
- Mariana E

- 8 nov 2019
- 2 Min. de lectura

Me di un tiempo para leer esta segunda entrega, para ser precisa casi ocho meses, y los libros como muchas de las situaciones que nos ocurren en la vida llegan en su momento y en su espacio.
Simplemente extraordinario, ¡qué manera de escribir!. Elena Ferrante, gracias por esa conexión que generas, gracias por permitirme imaginar cada detalle, cada evento e incluso sentir lo que pueden llegar a vivir los personajes.
Me quedo con muchos temas de la lectura que conectan conmigo y al mismo tiempo me inspiran.
El primero de ellos, la amistad, ¡qué delicia! poder contar con un verdadero amigo en la vida, el que nos saca lo mejor pero también lo peor de nosotros, al grado de cuestionarnos y al mismo tiempo no querer que esa relación termine jamás. Les llamaría amigos entrañables, que no importa el tiempo, la distancia, las circunstancias, nos encantaría siempre tenerlos y poder saber cómo va su vida y también poder compartir un pedacito de nosotros. La magia de la amistad que pasa por crestas y valles, y en el fondo no queremos que finalice.
El segundo, sin duda, es la confianza en uno mismo y el poder de la mente; cuánto dudaba Lenú de ella misma, su constante lucha. Cada capítulo te muestra cómo se enfrenta a sus inseguridades, a no ser suficientemente bonita, inteligente, agradable o querida y realmente se esmera por serlo. Considero que existen áreas de nuestra persona en las cuales la inseguridad aflora, en donde tu entorno te limita, te dicta los caminos a seguir, te impone modas y hasta te indican escalas de belleza. Absurdo todo esto. La mayoría de nosotros pasamos por muchas de estas imposiciones, lo importante es no estacionarse en ellas.
En realidad, lo realmente importante es el valor que tú tienes, no aquel que te dan los demás. A veces me cuestiono si en realidad es esmerarse o simplemente aceptarnos tal como somos. Porque a Lenú me la imagino súper linda y muy interesante. Sin duda su personaje tiene mucho de mí. Y al mismo tiempo me hace sentir que simplemente debemos creer lo que somos y valorarnos.
Sí, valorar lo que somos.
Por último, me deja un gran mensaje, los sueños se vuelven realidad, –no lo diré porque perdería el sentido esta entrega– y además me inspiró para hacer realidad uno de los míos (gran sonrisa mientras escribía esta línea).
Esto es solo la segunda entrega, ya quiero empezar la tercera porque al final regresa un personaje que me parece crucial, entre otras muchas cosas.
Si quieren leer una novela increíble, Un Mal Nombre de Elena Ferrante.
¿Quién es Elena Ferrante? Nadie sabe quién es, y sus editores procuran mantener en silencio absoluto su identidad. Alguien ha llegado a sospechar que sea un hombre; otros dicen que nació en Nápoles para trasladarse a Grecia y finalmente a Turín.




Comentarios