MI HISTORIA | Michelle Obama
- Mariana E

- 5 sept 2019
- 4 Min. de lectura
"Hay algo que nos confiere dignidad: estar dispuestos a conocer y escuchar a los demás. Para mí, así es como forjamos nuestra historia”.

Mi pensar va encaminado al dilema que representa poder hacer un relato en el andar de un libro; cómo iniciar, qué decir, qué resulta más relevante. Es más, la complicación se acrecienta cuando te percatas que en cada página leída tu mente se abre a la introspección, te regala conocimiento, te obsequia viajes inesperados y en ocasiones hasta la inspiración llega como una luz incandescente. Y así, como en otras ocasiones lo he manifestado, “los libros llegan en el momento perfecto”.
Iniciaré mi reflexión con unos cuestionamientos que se encuentran en mí; cuándo el ser humano decidió que éramos diferentes por nuestro color de piel, cuándo nuestras mentes llegaron a la mezquindad y nuestro corazón a la ingratitud para juzgar a un ser humano por su tono de piel. Me parece un absurdo, y más que hoy en día sea una bandera de lucha de muchas personas. Cuándo se terminará con esa idea desafortunada, que conlleva a creer que debemos ser señalados por nuestro color. Y en México, día a día se sigue juzgando a las personas por ser morenas, y tendemos a discriminar y por ende otorgamos preferencias a los de piel clara. ¡Paremos eso!, detengámonos a darle un sentido humanitario a nuestras vidas, a elevar nuestras conciencias y que el color deje de ser un punto de partida y así lograr una unidad igualitaria como sociedad.
Será difícil abarcar todos los puntos que me estremecieron de Mi Historia de Michelle Obama, pero sin duda uno de los más relevantes es la educación, y estoy convencida que a partir de este concepto los seres humanos seríamos más inspiradores, con más sueños e ímpetus de superación, donde la ignorancia no sea la felicidad, sino la delimitación a ser mejor. Me estremeció enormemente cuando hace el relato acerca del esfuerzo y valentía de sus padres para lograr darle la mejor educación, inspirarla a tener una visión prometedora de éxitos. Proveniente de un barrio en Chicago decidió incursionar en una de las mejores universidades en Estados Unidos y así logró ser una prominente abogada. Cuántos se pueden quedar en el camino y no lograrlo por muchas razones, que trascendental es tener un núcleo familiar que te proporcione la base y el soporte. Insisto y creo firmemente que es la clave del desarrollo de todos en muchos aspectos, ese centro que te debería forjar para ser mejor como ser humano.
Hay algo que me encantaría mencionar porque a todos nos pasa y me parece increíble que no importa qué logres en tu vida, qué tan exitoso o famoso te vuelvas, todos alguna vez, me parece, tenemos esta estúpida frase en la cabeza “El no ser suficiente” y como bien lo menciona en el libro, el ruido no desaparece, pero las personas más exitosas han aprendido a vivir con él, a apoyarse en la gente que cree en ellas y a seguir adelante con sus objetivos.
Me encanta cuando menciona que ella iba siguiendo todos los pasos del manual, desfilando al compás decidido de un esfuerzo, un resultado. Me provoca una sonrisa y una risa al mismo tiempo cuando en ocasiones sentía que mi vida era justo eso, un manual y hace tiempo decidí replantearlo y no seguirlo al pie de la letra; a veces la vida tiene cosas preparadas para ti que no están en ese documento, así que es mejor dejarse sorprender de vez en cuando. Lo ideal sería dejar de lado a lo que muchas veces concedemos demasiada importancia, a lo que opinan los demás, por qué no mejor le damos esa importancia a lo que dice nuestro ser interno.
Me cuestiono siempre, "¿soy lo bastante buena?", la verdad sí. Y cuando dudes repítelo en tu mente, “sí, soy lo bastante buena”. No para el mundo, para mí.
Hay tantas cosas de este libro que me encantaron que será complicado tratar de sintetizarlo, pero si puedo resaltar temas que considero relevantes y enriquecedores, como la descripción que relata sobre su relación con Barack Obama, desde su primer encuentro hasta la culminación de su mandato. Me deja esta increíble reflexión, una pareja que se profesa amor, conlleva admiración por el otro. Relata también que cuando lo conoció era un hombre modesto y vivía como tal, pero aun así conocía la riqueza de sus pensamientos y el mundo de privilegios que este le abriría. Y esto me trae a la memoria lo que alguna vez mencionó Barack Obama, “entre más subes, mayor tiene que ser tu humildad, no perder los pies del suelo jamás”.
Muchos temas que podría mencionar: su apoyo a la educación, a los niños, a su ciudad Chicago y algo más, ¡que me encanta!, cuando menciona lo que significa abrazar para ella, “es la manera de disipar los artificios y conectar”. Las personas que me conocen saben que para mí abrazar es algo que disfruto enormemente porque me lleva justo a eso, a conectar de otra manera.
Terminaré no con mis palabras sino con las de Michelle Obama que resuenan y me hacen todo sentido:
“No se trata del lugar al que llegamos al final del recorrido. Hay cosas que nos hacen poderosos: darnos a conocer, hacernos oír, ser dueños de nuestro relato personal y único, expresarnos con nuestra auténtica voz. Y hay algo que nos confiere dignidad: estar dispuestos a conocer y escuchar a los demás. Para mí, así es como forjamos nuestra historia”.
Leerlo es un must, bienvenido a mi top 5 de autobiografías.




Para mí esto encierra mucha sabiduría: "entre más subes, mayor tiene que ser tu humildad, no perder los pies del suelo jamás”.