La verdad sobre el caso Harry Quebert | Joël Dicker
- Mariana E

- 18 may 2022
- 4 Min. de lectura

Nadie sabe que es escritor.
Son los demás quienes se lo dicen.
Mis palabras quedarán muy cortas al recomendar este libro. Con cada una de sus 660 páginas, es simplemente espectacular. Debo confesar que al terminarlo, no pude dejar de hacerme la pregunta: ¿qué hacen las personas que no leen? jajajaja, ya sé, suena un poco fuerte y existirán muchas respuestas desde diferentes ámbitos, pero la verdad es que no concibo mis días sin el poder de la imaginación y todo lo que puede provocar un libro como este en la vida de una persona.
Soltando un poco mi apasionamiento por los libros jajaja y por la lectura, quiero platicarles de esta tremenda historia escrita por Joël Dicker, escritor suizo que nació en 1985 y que ha tenido la fortuna de ser un escritor exitoso, ya que su obra ha sido traducida a más de 10 idiomas, además de contar con varios reconocimientos, entre ellos el Premio Goncourt des Lycéens, el Gran Premio de Novela en lengua francesa, el Premio Lire a la mejor novela en lengua francesa y, en España fue elegida como el mejor libro del año por los lectores de El País, publicado por #Alfaguara en 2013.

Una historia que efectivamente no puedes parar de leer, pero en mi caso fue distinto, de verdad quise saborearla, detenerme y reflexionar, volver a las mismas frases, e iniciar de nuevo… si bien la puedes leer en 3 días, también puedes darte el tiempo de hacerlo en 15 días y no soltar el libro un solo día, por horas… este thriller simplemente te atrapa y te conecta ya sea a través de la historia de los personajes, del amor que existe en medio de sus vidas, a través del miedo y la realización de los escritores o encontrando al verdadero asesino.
En mi caso tuvo la magia de lograr conectar conmigo desde los cuatro ámbitos; primero desde el amor, por supuesto, ese amor que cuando logramos experimentarlo es un gozo extraordinario, rico, ese estado en el que deseas vivir a plenitud el resto de tu vida. Es a través de sus personajes que vives un amor auténtico, pero también lleno de duda, de incertidumbre y también de dolor, lo cual vuelve a la historia cautivadora.
El amor da sentido a la vida.
¡Cuando se ama, se es más fuerte!
¡Se es más grande!
¡Se llega más lejos!
Lo segundo que me atrapó y que tiene que ver con mi interés por saber qué pasa por la mente de los escritores, la vida que llevan, con sus miedos, sus éxitos, sus fracasos, de dónde surgen sus ideas, cómo es que tienen el poder de llevarnos a otros mundos a través de sus palabras. La historia entre los personajes centrales, Harry Quebert y su alumno Marcus, es simplemente espectacular. Una historia entre maestro y alumno que se convierte entre padre e hijo, llena de complicidad, de angustia, de acompañamiento, de lealtad, de amor, de franqueza y en medio de todo eso de una completa admiración. La forma en la que el escritor va desarrollando a estos personajes es tremenda, y las frases que comparten ya sea a través del box, del running o simplemente de la escritura son impactantes.
Porque escribir dio sentido a mi vida. Por si no se ha dado cuenta todavía, la vida, en términos generales, no tiene sentido. Salvo si se esfuerza en dárselo y lucha cada día…
Descubrir al asesino es lo que podría mantener al lector cautivo, ya que la historia da giros inesperados y el autor la cuenta de una forma bastante particular; jamás dejas de sorprenderte, cuando crees que ya han encontrado al asesino o que estás seguro de quién es, siempre terminará sorprendiéndote… esta parte pudiera parecer un poco cansada para algunos, pero en mi caso, me quedé atónita por la capacidad del escritor de hacerte conectar nuevamente y engancharte de tal forma que todo vuelva a tener sentido y estés nuevamente inmerso en la lectura.
Las palabras son de todos, hasta que uno demuestra que es capaz de apropiarse de ellas. Eso es lo que define a un escritor. Y ya verá Marcus, algunos querrán hacerle creer que un libro tiene relación con las palabras, pero es falso. Se trata de una relación con la gente.
<<Las palabras están bien, Marcus. Pero no escriba para que le lean: escriba para ser escuchado.>>

Cada capítulo que leía y en el que me detenía, y que mis personas cercanas me decían ¿ahora en que andas? es decir, ¿qué estás leyendo?... no podía dejar de hablar o al menos contar una parte de la historia, –sin narrar el fondo por supuesto–. Pocas veces suelo recomendar un libro sin haberlo terminado, de hecho nunca lo hago, y este fue la excepción todo el tiempo porque los 31 capítulos solo iban reafirmando que este libro vale TODA la pena leerlo y releerlo… y por supuesto recomendarlo.
¡Se suma a la lista de libros favoritos no del año, de mi VIDA!




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