El priista que todos llevamos dentro | María Scherer/Nacho Lozano
- Mariana E

- 29 sept 2021
- 4 Min. de lectura

"El PRI perdió en las urnas, pero no perdió en las almas."
Juan Villoro (Después de 2000)
Está terminando septiembre, conocido como el mes patrio, el tiempo donde los mexicanos gozamos y disfrutamos de nuestras tradiciones con un sabor muy particular. Nuestra cocina se amplía con los tradicionales chiles en nogada o un buen pozole, nos pintamos de verde, blanco y rojo y bueno, llenamos nuestras mesas de un buen tequila o mezcal para gritar a todo pulmón ¡VIVA MÉXICO!
Pero en nuestras tradiciones –sí, digo “pero”– está el hecho de que llevamos en la sangre un priista que no nos quiere abandonar y que, aunque duela aceptarlo, forma parte de nuestra manera de ver la vida.
Por varios años, dediqué mis lecturas exclusivamente a temas de política nacional. Estaba siempre al pendiente de esas publicaciones que me permitieran entender por qué estábamos tan mal en tantos aspectos. Y la política es una de las puertas de entrada para entender lo que ocurre en un país. Entre esos libros que se publicaron en 2016, sonó muchísimo El priista que todos llevamos dentro, de María Scherer Ibarra y Nacho Lozano, el cual no podía dejar pasar, no podía no leerlo sino al contrario, me identifiqué con el título desde que lo vi. Me identifiqué por una sencilla razón, mi vida siempre ha estado ligada a estos temas, a la dichosa política. Las comidas familiares de cada fin de semana me llevaron a entender que el partido PRI era la opción de acuerdo a sus criterios, es más, en aquella época no existía otra opción, incluso si hubiese existido no era referencia en el contexto nacional, era un tema cero democrático en México aunque se vendiera otra cosa.
Como todos sabemos, esto cambió en el 2000 y con ello el planteamiento para muchos de mis familiares también, sin embargo, desde niña crecí con las ideas de un partido y siendo ya consciente a partir de 1994 con el gobierno de Carlos Salinas de Gortari que cambiaba a un modelo neoliberal, abriéndose a un TLC, por supuesto que para mí el PRI era el partido que no quería que se fuera nunca. No entendía el por qué la gente sonreía con el triunfo de Vicente Fox en 2000 y fue entonces que me di cuenta de que este país necesitaba un cambio lamentablemente. Hoy sigo esperando ese momento y ya no solo ha pasado el PRI al frente del gobierno, sino también el PAN y ahora MORENA.
Y qué resulta de todo esto… sencillo, este país y sus gobernantes llevan a un priista dentro. Ese que muchos dicen odiar, aborrecer, que aparentemente es cosa del pasado y simplemente no se han dado cuenta de que está en sus venas. El PRI se nos metió tan adentro que hasta se le extrañó en los años del panismo. Leíamos: “Que se vayan los pendejos y que vuelvan los corruptos”. Hoy estamos siendo parte de la historia con MORENA y perfectamente nos podemos dar cuenta de que es un PRI disfrazado: surgieron de sus entrañas, tan solo veamos el origen de los que hoy gobiernan este país.
María Scherer Ibarra, licenciada en ciencias de la comunicación, enfocada a temas de política junto con Nacho Lozano, historiador de arte enfocado a noticias y temas de política, se dieron a la tarea de entrevistar a más de veinte personajes en el ámbito nacional con el objetivo de entender cómo los mexicanos llevamos de una forma u otra un priista dentro… entre esos personajes se encuentran Juan Villoro, Marcelo Ebrard, Elena Poniatowska, Roy Campos, Paquita la del Barrio, Enrique Olvera, Manuel Barlett, Margarita Zavala, Sabina Berman, Jorge Volpi, entre muchos otros; es una gran diversidad de personalidades y enfoques de la realidad de este país, a través de una sencilla pero clara pregunta ¿Cómo es el pequeño priista que llevas dentro?

Quiero citar textual algunas de las respuestas:
"Quisiera pensar que no hay un priista en mí. Sin embargo, aceptando el experimento, tal vez la parte priista (y espero la única) más despreciable de mí es la aceptación de ciertos simulacros democráticos que ese partido nos ha propinado. Jugamos a que hay democracia, reconocemos prácticas como inaceptables, terminamos enredados en un habla retórica y, sin embargo, preferimos ser indiferentes y seguir la marcha. Nada más priista que simular que actuamos y atendemos, cuando lo cierto es que fingimos demencia.
Casi ningún mexicano puede decir la verdad directamente, siempre tenemos que dar vueltas, sea porque realmente la verdad parece intolerable, sea porque en realidad no queremos decir la verdad y sacamos provecho de alguna manera.
Priismo es populismo, clientelismo, patrimonialismo. Cuando Margaret Thatcher hizo propietarios a los obreros británicos, la prensa dijo que estaba haciendo priismo.
Entre los priistas no hay homogeneidad, lo que hay son valores comunes.
Nuestras relaciones son piramidales, jerárquicas y tenemos una amabilidad social que deriva no de la necesidad de expresarnos con cortesía, sino de la necesidad de mantener relaciones sociales bien aceitadas. Es difícil que la gente hable abiertamente mal una de otra. En México reconocer un error es peor que cometerlo".
Ojalá que ese priista que llevamos dentro esté muriendo en muchos de nosotros, por nuestro propio bien.
El libro vale mucho la pena. Si están buscando conocer más de México y lo que nos ha marcado como país, es imposible no hablar del PRI, empezando porque tenemos que aceptar que muchos –por no decir que todos– llevamos un priista dentro, aunque nos duela aceptarlo y reconocerlo.
Título: El priista que todos llevamos dentro.
Autores: María Scherer Ibarra / Nacho Lozano
Editorial: Grijalbo
Páginas: 228
Materia: Comunicación y periodismo




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